A 9 días de la tragedia en las cloacas de Santa Lucía, empieza a crecer el desconcierto entorno al paradero de Rodrigo Muñoz. Los rescatistas todavía no hayan indicios ciertos de dónde puede estar su cuerpo. Ahora, trabajan con operarios venidos de Mendoza que cuentan con una cámara de televisión para revisar cada tramo de la cañería, pero hasta anoche no habían resultados. La tarea de búsqueda comenzó de cero, volviendo tras sus pasos en base a las tres hipótesis de dónde pudo ir a parar el obrero desaparecido.
Los trabajos se reiniciaron desde el punto mismo donde lo vieron por última vez a Rodrigo Muñoz (26), el pasado día 19, cuando accidentalmente cayó mientras trabajaba en una conexión y se perdió dentro de la cañería de la cloaca en calle Roque Sáenz Peña, al Oeste de Colón, Santa Lucía. Y esto es un empezar de nuevo, ya que los bomberos a cargo de comisario Rogelio Alcayaga y el personal de OSSE hicieron todo lo humanamente posible para revisar cada tramo de las tuberías, pero no dieron con el cuerpo. Eso genera desconcierto.
El viernes a la noche se sumó un grupo de Obras Sanitarias de Mendoza, que con equipos y una cámara de filmación (ver infografía) comenzaron a inspeccionar cada tramo entre las bocas de registros. El trabajo igual es lento, ayer solo se puso revisar cerca de 700 metros de cañería. En total hay 37 bocas de registros a lo largo de 5 kilómetros hasta la planta de tratamiento de líquidos cloacales del Bajo Segura. Para hoy se espera que lleguen técnicos de Agua y Saneamiento Argentino de Buenos Aires, que también operaran con otros equipos de alta tecnología.
Solo hay tres hipótesis de dónde puede estar el cuerpo y sobre eso ahora vuelven a realizar los trabajos. Una de ellas es que esté en algún tramo de esos 5 kilómetros de cañería, desde calle Roque Sáenz Peña hasta la entrada a la planta del Bajo Segura. Los primeros días los bomberos controlaron toda esa tubería, observando desde una boca de registro a otra -con reflectores y espejos-, aún así no hallaron nada, explicaron en la policía.
La segunda posibilidad que barajaban era que el cuerpo haya llegado hasta las piletas de la planta, e incluso atravesando una parrilla, para luego desembocar al arroyo Los Tapones. Los bomberos también revisaron ese cauce, pero no tuvieron suerte. Después surgió la tercer hipótesis, que el obrero estuviera dentro de una colectora -de 1,60 metros de diámetro por 170 metros de largo- que va de la entrada a la Planta a las piletas. Ahí también se buscó, pero nada. Todo eso hace crecer la incertidumbre y las dudas. Por eso empezaron de nuevo, ahora con el uso de tecnología.

