Un resultado provisorio de las pericias realizadas para saber dónde estuvo la pérdida de gas que, el último domingo por la tarde, causó una explosión letal para la inquilina de un consorcio ubicado en O’Higgins al 329 Este, en Trinidad, Capital, arrojó que esa falla pudo estar en la cocina, uno de los dos aparatos secuestrados de esa vivienda, luego de que los peritos determinaran que en la cañería no había ninguna filtración, informaron fuentes judiciales. La suposición es que la víctima, Melina Romero (39), intentó encender la luz y todo estalló por una gran acumulación de gas. La mujer tenía 39 años, era secretaria en un centro de estética y vivía desde hace cuatro años en el departamento 7, ubicado en el primer piso de ese edificio. Resultó con el cuerpo quemado casi por completo y lesiones tan graves, que el lunes pasado sobre las 22 perdió la vida.

Melina sólo vivía con su perro. El animal salió lastimado, pero se salvó.

 

La conclusión de que probablemente en algún conducto o cañería de conexión a la cocina pudo estar el escape de gas, deberá ser confirmado ahora con un informe de los peritos de Bomberos, Criminalística y Ecogas que actúan en el caso, dijeron los voceros.

Los detalles de ese informe son cruciales para determinar otro punto para nada menor en la investigación: saber si alguien debe o no ser imputado de un posible homicidio culposo, un delito excarcelable que comete alguien sin tener esa intención, pero a causa de su actuar imprudente, negligente o sin cumplir los deberes que le corresponden.

Saber si cabe culpar o no a alguien por la muerte de esa mujer es la tarea del fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y sus colaboradores.

Esos pesquisas ya recolectaron testimonios de varios vecinos y allegados a la víctima. Y más de uno aludió a los reclamos por pérdidas de gas, que ya le habían formulado al administrador y a la inmobiliaria responsables de ese edificio. Uno de esos inquilinos, el abogado y consultor Iván Nolazco, había dicho a este diario que desde el 22 de septiembre venían reclamando por el olor a gas y que él en persona acompañó a la víctima en una ocasión a quejarse por ese problema, pero el administrador no los atendió.

La valoración de esos testimonios, del resultado de la pericia y del análisis del contrato de alquiler, son claves para esclarecer el caso.