Un joven de 28 años vinculado al área de preparadores físicos del Club San Martín de San Juan fue detenido ayer por orden del juez de Garantías Andrés Abelín, luego de que su situación judicial se complicara: con la denuncia de la madre, en la c pensaban que sólo había manoseado a una nena, hija de un matrimonio amigo de los padres del sospechoso. Pero cuando esa niña declaró con el sistema de Cámara Gesell, dijo que la había violado "3 o 4 veces" cuando ella (por entonces con 7 u 8 años) se quedaba en su casa. Y ayer, el fiscal coordinador de la UFI Anivi, Raúl Iglesias, con el ayudante Rodrigo Cabral, le pidieron al magistrado que lo meta preso preventivamente por 3 meses, luego de agravar el delito en su contra: abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño en la salud mental de la víctima, figura con penas de entre 8 y 20 años de cárcel.

El juez accedió al pedido fiscal a pesar de la oposición de los defensores Fernando Bonomo y César Jofré, quienes sostuvieron que nada hacía suponer que su cliente se fugaría o entorpecería la investigación pues había colaborado en todo momento con la investigación.

Perera es el apellido del acusado, no identificado completamente para preservar a la víctima. El 7 de junio pasado fue denunciado, luego de que la menor (ya con 13 años) le contara a una hermana lo que le había pasado cuando iba a la casa de los Perera cinco años atrás. Esa revelación llegó en el acto a su mamá.

El joven quedó imputado entonces, pero libre, por el presunto abuso sexual simple, porque la menor no había declarado aún ante los psicólogos y porque un informe médico no reveló la existencia de lesiones. Pero cuando esa niña habló, los psicólogos evaluaron sus dichos como creíbles y no sólo eso, también informaron que había sufrido un grave daño en su salud mental.

Por eso Fiscalía pidió meter preso ayer a ese joven, pues existe el convencimiento de que la menor sufrió esos ataques sexuales.