La causa por el crimen de la adolescente Lola Chomnalez, asesinada días atrás en Uruguay, quedó ayer sin detenidos tras la liberación esta tarde de un pescador apresado horas antes, de quien se sospechó que había tenido algún tipo de vinculación con el homicidio.

La jueza de Rocha, Marcela López, tomó declaración al hombre, de 35 años, residente en Valizas, durante cerca de cinco horas y luego lo liberó. También pudieron retirarse de los tribunales un conocido del pescador, una turista francesa también allegada a él y el changarín de 50 años que encontró el cuerpo de Lola en la playa Barra de Valizas el martes último.

El abogado Gustavo Bordes, representante de Claudia Fernández, madrina de la víctima, y su marido, Hernán Tuzinkevich, consideró ayer que en poco tiempo más sus clientes "ya no van a ser investigados". El abogado afirmó que existen fotografías tomadas por la pareja que "confirman absolutamente todas las declaraciones" de ambos respecto de lo que ocurrió, desde que el sábado pasado, cuando Lola llegó a Barra de Valizas para encontrarse con la familia, y el día siguiente al mediodía, cuando salió a caminar por la playa y nunca regresó.

Esas fotografías descartarían la hipótesis sobre que el fallecimiento pudo haberse producido antes del momento en que el matrimonio dijo que la chica había salida de la casa que alquilaba.

La joven Chomnalez había llegado el 27 de diciembre a Barra de Valizas, a unos 270 kilómetros al Este de Montevideo, para pasar unos días junto a su madrina y la familia de ésta, pero al día siguiente salió a caminar por la playa y desapareció. Dos días más tarde su cadáver fue hallado enterrado en la arena y luego se determinó que murió por asfixia y presentaba cortes en el cuello. Desde entonces, fueron detenidas varias personas, entre ellas el marido de su madrina, pero todos fueron liberados.