El juez José Atenágoras Vega ordenó que se realicen en Salta (en San Juan no se pueden realizar) una serie de pericias con la técnica del ‘barrido electrónico’ para detectar, básicamente, rastros de pólvora y sangre en la ropa y el calzado secuestrado al mecánico Oscar Alfredo Martínez (61) detenido desde el último martes como sospechoso de haber disparado cuatro veces en la cabeza y haber dado muerte con uno de esos tiros (lanzados con un arma calibre 22) a su vecino Pedro Lozano (53 años, comerciante) en la casa de la víctima en calle Telésfora Sánchez de Benavides, Capital. Ese hecho ocurrió el último lunes en la madrugada y, al parecer, fue cometido para evitar que el fallecido denunciara que le habían robado unos 6.000 pesos que tenía en un modular de su garaje, dijeron fuentes de la investigación. El envío a Salta incluye muestras genéticas y prendas de la víctima. Y la idea es que allí se hagan también cotejos de ADN. Ayer, cuatro sujetos fueron demorados para dar su testimonio.
