La versión de Nélida Castro es que ayer, desde temprano, empezó a escuchar los insultos de su vecina y que todo llegó a un punto extremo cuando esa mujer tomó su teléfono y supuestamente llamó a su marido para decirle: "traé el fierro para matarla a la gorda p... para que esto se termine de una vez". Nélida aseguró que entonces quedó en un estado tal de conmoción, que se descompuso y tuvo que recibir atención médica. Cuando se recuperó, marchó a la seccional 29na. a poner la enésima denuncia por amenazas contra esa mujer, Estela Mary Luján. Tanto malestar tiene explicación: la denunciada es madre de Martín Camargo, el sujeto prófugo señalado como quien mandó a otros dos cómplices a matar al marido de Nélida, el ex boxeador Guillermo Romero (36), quien perdió la vida el domingo pasado tras 14 días de agonía por un disparo que perforó por el costado izquierdo de su pecho, le destrozó órganos internos y le salió por la cintura del costado opuesto.

El nuevo cruce volvió a generar en la propia Nélida, sus amigos, familiares y vecinos, la necesidad de parar con la cadena de violencia, pero siempre con armas legales: el paso inmediato, dijo ayer junto a su parienta Sonia Castro, será una marcha (con día, hora y lugar de partida a confirmar) que terminará en Tribunales con un pedido de audiencia a alguna autoridad judicial, para pedir justicia y seguridad.

"Tuve que pedirle a mis vecinos que se tranquilicen, porque no vamos a actuar con violencia como ellos. Pero ya estamos hartos y queremos que nos den una respuesta, porque así no se puede vivir. Yo espero que en algún momento haya justicia pero no puede ser que hayamos presentado tantas notas y que mataran a mi marido y que nunca hicieran nada", dijo ayer la mujer.

Aludía a los pedidos concretos y a la pelea legal que piensan entablar todos vecinos de Nélida Castro para sacar del barrio a la mujer denunciada ayer y a dos de sus hijos, de apellido Camargo. Todos señalados por supuestos actos delictivos que incluyen amenazas con armas a los vecinos y hasta comercialización de estupefacientes.

La pesadilla de Nélida empezó el 14 de noviembre último, luego de que su marido le advirtiera a Martín Camargo que no molestara más a su hija de 15 años (la segunda de tres hijos). Según Nélida, Camargo había dicho que la jovencita sería suya quisiera o no.

Aquel día de noviembre Romero recibió un cachazo en la cabeza y por poco no fue alcanzado por dos disparos cuando estaba en el piso, dijeron. Desde entonces hubo una serie de amenazas cruzadas entre los Romero y los Camargo, hasta que el 5 de febrero pasado se produjo un quiebre: "Mañana sos boleta", fue, según Nélida, la advertencia de Martín Camargo a su marido cuando pasaba por su casa en compañía de dos sujetos, los supuestos homicidas.

Y así fue. El 6 de febrero, al mediodía, alguien llamó a Guillermo en tono familiar desde la calle. Cuando salió, una vecina trató de advertirle de la trampa: quien llamó estaba en moto, pero a unos metros, escondido, había otro sujeto que no dudó en aproximarse y disparar, a quemarropa. "Esto es un encargo de Camargo", le habrían dicho.

Enseguida la policía detuvo a los supuestos homicidas, Roberto Castillo y Cristian Muñoz, aunque los íntimos de Romero dicen que los asesinos son otros. Martín Camargo aún sigue prófugo.