San Juan, 13 de agosto.- Hace un mes Jorge Moreno (28) moría tras recibir un disparo en el pecho en la casa que compartía con su familia en Catamarca y Benavídez, Chimbas. Hasta ahora, los únicos dos detenidos, e imputados, son su esposa, Pamela Carrizo, y uno de sus amantes, Luis Brizuela. El hermano de la mujer, de sólo 18 años, también está vinculado a la causa por haber “encubierto” lo sucedido y avalar la teoría de un robo seguido de muerte, que fue la primera hipótesis.

El caso conmocionó a la población porque en el primer momento, la viuda declaró ante la policía que su marido había sido víctima de un robo violento, pero con el correr de las horas esa hipótesis comenzó a caer.

Que sólo faltara el celular de la mujer hizo sospechar a los pesquisas de un entramado más complejo detrás del crimen y un día después del hecho, y en pleno velorio, fue detenida ante la mirada atónita de la familia que hasta ese momento nada sospechaba.

El segundo en caer fue su hermano Lucas, quien fue uno de los primeros en llegar a la escena del crimen, aun antes que la misma ambulancia.

Más tarde, las relaciones extramatrimoniales de Pamela empezaron a ser eje de la investigación y dos hombres fueron detenidos, pero uno de ellos fue liberado días después por falta de mérito.

Aunque todo apunta a un crimen pasional, la Justicia todavía no logra identificar al autor material del disparo y si Carrizo y Brizuela habían planeado de ante mano el asesinato.

Lo que digan los pequeños hijos de la pareja, testigos directos de la trágica noche, será clave para saber quien apretó el gatillo y cómo sucedieron los hechos.