Pablo Ventura (21), el joven liberado tras permanecer 4 días preso por el crimen de Fernando Báez Sosa (19) en Villa Gesell, aseguró ayer que vivió un "momento muy difícil" por ser acusado del homicidio pero que no siente "ninguna situación de odio" hacia los 10 rugbiers que siguen detenidos y que, se sospecha, lo involucraron en el caso. Consultado de si los conoce, indicó que sólo "de vista, de ahí de la ciudad, nada más". "No lo puedo creer, todavía no caigo", continuó Ventura, quien confesó haberse apoyado "en los amigos, la familia, en todos los que me quieren". El crimen de Fernando ocurrió el sábado, alrededor de las 4.50, a la salida del boliche "Le Brique", en la avenida 3 y Paseo 102, en pleno centro de Villa Gesell, donde el joven fue atacado a golpes que le provocaron la muerte. Por el hecho están detenidos los rugbiers Pablo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19); imputados como "coautores"; y Matías Benicelli (20), Ayrton Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (20), Alejo Milanesi (20), Enzo Comelli (19), Juan Pedro Guarino (19) y Blas Cinalli (18) como "partícipes necesarios".