El contacto entre el chapista y ese hombre comenzó alrededor de 2 años atrás. En aquel entonces, el sospechoso se acercó buscando trabajo al taller de chapa y pintura ubicado en Santa Lucía. Y lo consiguió. De ahí en más, los trabajos que realizó fueron esporádicos y la relación entre ambos fue estrictamente laboral. Pero hace unos días atrás la relación entre esos hombres se rompió de manera abrupta por una situación bastante complicada. Al parecer, el empleado llegó al taller pidiendo masilla para ponerle a su auto y al cabo de unos minutos, el dueño tuvo que ir a buscar a su esposa a una empaquetadora de ajos cercana. En ese lapso, el hombre habría cometido un delito aberrante en el interior de la casa: una de las hijas del chapista lo sorprendió saliendo de la habitación matrimonial donde limpiaba su hermana, que tiene 31 años y una parálisis parcial en su cerebro. Segundos después, la joven le confesó llorando que el empleado habría abusado de ella, contó Dora, su madre. Luego, la familia de la víctima denunció el hecho en la Comisaría 5ta. y un juez ordenó una serie de pericias para determinar si existió o no abuso. Mientras tanto, el sospechoso sigue libre, dijeron fuentes policiales.

Según la madre de la víctima (no identificada por razones legales), el hecho ocurrió alrededor de las 10 del jueves 6 de enero pasado en su casa en Villa Don Arturo, Santa Lucía. La mujer estaba trabajando, su esposo estaba en el frente y en la vivienda estaba durmiendo su hijo de 13 años. También estaba su hija de 31 años, que padece una parálisis en parte de su cerebro desde los 2 años producto de un accidente de tránsito. No obstante, a pesar de que la muchacha tiene la mitad del cuerpo paralizado, puede desenvolverse sola, agregó la mujer.

Ese día, su esposo recibió la visita del sospechoso -de unos 45 años- que llegó en su auto buscando masilla, contó Dora. Cerca del mediodía, el chapista tuvo que salir en su moto a buscar a su mujer al trabajo, pero antes de irse le hizo una advertencia al otro hombre: "ojo con entrar a la casa, no te quiero ni ver cerca", y se fue, contó la mujer.

Supuestamente, el sospechoso ingresó a la habitación matrimonial donde estaba la muchacha y donde descansaba su hermano. Allí, el hombre le habría sacado la remera, el pantalón y la manoseó. Después le tapó la boca para que no escuchara el chico y la violó, precisó Dora. A todo esto, otra hermana de la víctima que estaba enfrente con su hija, vio que el sujeto ya no arreglaba su vehículo. Entonces caminó hasta la vivienda y fue allí que lo sorprendió saliendo de la pieza, asustado y nervioso: "entré a buscar unos cables", habría sido la excusa del empleado, dijeron las fuentes. Atrás de él, la víctima lloraba y luego confesó el presunto abuso a su hermana.

"Siempre pensamos que era un tipo de bien, aparte tiene hijos grandes. Es indignante y esta sería la segunda vez que le hace esto a mi hija. Yo me enteré recién ahora de estas cosas... mi hija está alterada, llora y hasta amenazó con quitarse la vida", contó entre lágrimas Dora.

Los informes del médico y de un psicólogo, serán claves para que el juez Guillermo Adárvez (Tercer Juzgado de Instrucción) decida si debe o no meter preso al único sospechoso del caso.