Una joven de 27 años denunció que durante dos días fue rehén y víctima de la furia perversa y la depravación sexual de su propia pareja. Fuentes del caso aseguraron ayer que entre el último domingo en la tarde y la noche del martes, cuando pudo escapar porque su victimario se fue de la casa, la joven sufrió una descarga de violencia que conmocionó a los investigadores policiales y judiciales. La mujer denunció -dijeron- que en esas dos terribles jornadas fue atacada a golpes de puño, patadas y hasta golpeada con una madera, o rociada en su rostro con gas pimienta. Y algo igualmente grave, ultrajada sexualmente incluso con una botella. Varios de esos delitos ocurrieron delante de los dos hijos pequeños de la pareja, el menor de los cuales, de 1 año, también fue lesionado por el sospechoso que habría atacado al niño para silenciar su insistente llanto, dijeron fuentes de la investigación.
Según voceros del caso, a raíz del ataque la mujer quedó internada (sus niños están a cargo de un familiar) y como cada lesión ya fue constatada por un médico de la Policía, el recientemente ascendido a juez de Cámara Penal pero aún a cargo del Cuarto Juzgado de Instrucción, José Atenágoras Vega (secretaría de Gladys Capdevila), ordenó la inmediata captura de ese sospechoso, identificado como Daniel Alberto Zalazar. Anoche, policías de la Seccional 17ma de Chimbas comandados por el comisario Raúl Páez, buscaban intensamente al sujeto, precisaron voceros del caso.
El hecho trascendió ayer pero se conoció el martes en la noche, cuando la mujer llegó en un estado deplorable a la Seccional 17ma con sus nenes de 2 y 1 año. Ahí dijo que había podido escapar porque su pareja se había ido de la casa y ella, como pudo, salió a la calle con sus nenes y fue auxiliada por un hombre en camioneta que la acercó a esa sede policial.
Esa misma noche los pesquisas salieron en busca de Zalazar pero no lo encontraron en la casa donde había ocurrido todo, situada en inmediaciones de Salta y 25 de Mayo, en Chimbas. De todos modos, de ese lugar secuestraron ropa y otros objetos con sangre, como una carretilla, dos botellas y otras evidencias que prueban la denuncia.
Del sospechoso se sabe que en agosto pasado salió de la cárcel de Chimbas tras cumplir una condena de 9 meses por lesiones y amenazas, aunque en su historial delictivo registra otros antecedentes por delitos contra la propiedad, como robos y hurtos, informaron las fuentes.
Ayer, policías de la Seccional 17ma habían encarado una serie de seis allanamientos para dar con el sujeto, convencidos de que alguien “lo está aguantando” y lo oculta de la pesquisa, porque Zalazar sabe que lo buscan.
Zalazar -dicen- había conocido a su actual mujer cuando estaba preso, hace tres años.

