’Me duele en el alma lo que me ha hecho. Me he desvivido para darle lo que necesitaba cuando era chico, se ha criado en mi casa y que me pague así es doloroso. Lo lamentable es que no fue la primera vez que se me mete a robar’. Dolida, así aludía R.C., una anciana de 74 años (pidió que su nombre no sea difundido) a la sustracción de 23.000 pesos que sufrió entre la noche del jueves y la madrugada de ayer en su casa de avenida Libertador, cerca de calle Del Bono, en Desamparados, Capital.
Para la mujer, el autor de ese ataque es su propio nieto, de 21 años, a quien además acusó de haberle robado en otras cuatro ocasiones.
La anciana dijo que el de ayer fue el segundo robo que sufre en el año a manos de sus nietos. En febrero pasado, le dio alojamiento a una nieta de 23 años con su novio porque no tenía donde vivir, pero los terminó echando cuando descubrió que le habían robado 20.000 pesos que tenía ocultos debajo de un mueble.
Y entre el jueves en la noche y ayer en la madrugada, de nuevo fue víctima de un ataque por parte de otro nieto, que es primo de esa joven. ‘El 26 de agosto saqué 23.000 pesos del banco porque los necesitaba para una diligencia que tenía que hacer en unos días. Guardé el dinero dentro de una cartera, la puse en una caja de plástico en la cocina y la tapé con ollas y sartenes. Es que como mi nieto ya me había robado en otras ocasiones, pensé que en ese lugar ni él ni nadie iba a encontrarlo’, comentó la damnificada.
Pero se equivocó. R.C. se tomó una pastilla y se acostó alrededor de las 22.45 del jueves. La damnificada se durmió tan profundamente que nunca se percató que se le metieron a robar. De hecho, cuando se levantó ayer en la mañana, se topó con toda la cocina desordenada y con una puerta lateral abierta. Al revisar la caja plástica, se llevó la desagradable sorpresa que su dinero había desaparecido y por eso hizo la denuncia en la Seccional 4ta.
‘No tengo dudas que ha sido él. Este chico está enfermo porque tiene problemas con las drogas y encima su madre, que es mi hija, no hizo nada por él, lo dejó y se fue a vivir afuera de la provincia. Hace como 2 años que me viene robando. Trepa por la pared, entra al balcón y se mete. Ya he reforzado la seguridad, pero lo mismo sigue haciéndolo y la Policía no hace nada’, dijo la damnificada. Y agregó: ‘encima no perdona a nadie, porque le ha robado hasta a sus propios hermanos y a otra de mis hijas que se quedó un día a dormir aquí’.