Que salía de divertirse junto a tres de sus amigas de un boliche capitalino. Que cuando esperaba un remís con una amiga, tres sujetos en una camioneta se detuvieron frente a ella y la llamaron por su nombre. Que tras una conversación, decidió abordar el vehículo, porque le juraron y perjuraron que la llevarían hasta su casa en Caucete. Que en el camino se desviaron hasta una calle de Médano de Oro, Rawson.
Que allí le quitaron su celular, la golpearon y que luego, los tres sujetos la sometieron sexualmente al mismo tiempo. Ese fue el dramático relato de una joven de 19 años, quien luego denunció el aberrante hecho en la subcomisaría de Médano de Oro. El último sábado, apresaron en Médano de Oro a un sospechoso de 38 años, a quien le secuestraron el rodado que habrían utilizado en el ataque, informaron en la policía.
La víctima tiene 19 años (no identificada por razones legales) y el ataque ocurrió días atrás, pero recién trascendió ayer. La joven relató que se había juntado con unas amigas en un boliche de Lateral de Circunvalación, entre Libertador e Ignacio de la Roza, Capital. Tras el baile, salió a esperar un remís para retornar a su casa y ahí fue cuando aparecieron los tres sujetos en una camioneta doble cabina con vidrios polarizados. ‘Uno de ellos me llamó por mi nombre y me dijo que me conocía, porque trabajaba en un kiosco de Caucete. Nos invitó a todas a dar una vuelta, pero mis amigas no quisieron y después me ofrecieron llevarme a mi casa‘, comentó la víctima. Luego de una charla, la chica aceptó la propuesta. Pero en el camino, los sospechosos se desviaron a inmediaciones de calle 5 y San Francisco del Monte, Rawson. ‘Me enojé y les dije que por qué me habían llevado allí.
Uno me bajó y me tiró el celular. Empezaron a insultarme, a pegarme y me quemaron los brazos con un cigarrillo. Después los tres abusaron de mí’, contó entre lágrimas la joven. Después, los agresores escaparon y la chica pidió ayuda en una casa. Ayer, en la policía informaron que el médico legista no halló lesiones en la zona genital de la chica (eran de antigua data), pero sí marcas y hematomas de la golpiza, que concuerdan con sus dichos.

