La investigación para determinar quiénes pueden ser los responsables por la desaparición de un joven obrero en la cañería cloacal en Santa Lucía, el pasado 19 de marzo, tiene su primer sospechoso: el capataz de la cuadrilla donde trabajaba la víctima, Rodrigo Muñoz (26). La titular del Tercer Juzgado Correccional, Mónica Lucero, le tomó una declaración informativa, es decir un interrogatorio con la asistencia de un abogado en el que no estuvo obligado a decir la verdad sobre el supuesto papel "negligente e imprudente" que cumplió el día en que Muñoz desapareció.
¿Por qué la sospecha?, porque algunos obreros indicaron que fue ese capataz, de apellido Vergara, quien le ordenó a Muñoz meterse en una boca de registro para arreglar una conexión a un barrio nuevo, sobre calle Roque Sáenz Peña, al Oeste de Colón, en Santa Lucía.
"Metete vos Rodríguez", habría sido la orden de Vergara ese día. "No, yo no porque la última vez que me metí me desmayé", respondió el empleado. "Entonces metete vos Muñoz", fue -según fuentes del caso- el cambio de orden que, enseguida, Muñoz ejecutó sin oponerse; estaba a punto de cumplir un mes en ese trabajo. El joven se metió sin atarse una soga ni tener quién lo sujete, y sin contar con alguna ventilación que le ayudara con los gases tóxicos de la cañería cloacal, dijeron.
Aquella tarde, Muñoz cayó ante la mirada de Sebastián Vargas, quien operaba una retroexcavadora y avanzó con esa máquina hacia la próxima boca cuando vio que a Muñoz se lo llevaba la corriente. Vargas se metió y lo sujetó en esa otra boca, pero también fue vencido por los gases y arrastrado hasta que, de milagro, otros obreros y un vecino lograron sacarlo.
Según las fuentes, cuando lo interrogaron, Vergara negó haber dado la orden de meterse a Muñoz, pero admitió sin embargo que no recibió ninguna capacitación sobre las medidas de seguridad en ese tipo de trabajo, y reconoció que tampoco se tomó ningún recaudo para meterse en la cañería ese día, dijeron fuentes del caso. Según las fuentes, el capataz también aseguró que no le cabía ninguna duda de que a Muñoz se lo había llevado la corriente.
Con el avance de la investigación, la magistrado deberá resolver si las pruebas complican al capataz para indagarlo concretamente por algún delito, o si pasa a ser un testigo más del caso.
En la familia de la víctima están convencidos de que hay más de un responsable, e intentará demostrarlo en el expediente a través de su abogado, Maximiliano Blejman, quien ya solicitó algunas medidas de prueba a la juez para llegar hasta las últimas consecuencias.