El juez de Instrucción Martín Heredia Zaldo resolvió ayer que el agente Julio Edgardo Poblete (30) mató de un disparo a Juan Carlos Ochoa (18), en el legítimo ejercicio de su función como policía. Y por eso lo sobreseyó definitivamente por el delito de homicidio agravado que le había imputado cuando ocurrió el hecho, y por el cual había ordenado detenerlo. Ayer mismo, Poblete quedó libre. En su resolución, el juez deja expresa constancia que la causa ‘no afecta el buen nombre y honor’ del efectivo policial.

‘Poblete tomó en cuenta siempre la humanidad de su agresor’, afirma el juez en su fallo, donde explica que se probó que esa vez Ochoa extrajo un revólver calibre 32 y gatilló sin éxito, mientras que el policía disparó dos veces, pero al piso. Una de esas balas rebotó en el asfalto, se coló por el glúteo derecho del joven y le causó heridas mortales.
Todo pasó cerca de las 23,30 del 2 de diciembre pasado. Esa noche, efectivos en una patrulla del Comando Radioeléctrico perseguían a dos jóvenes que iban en una moto Honda Titán 150cc sin luces por avenida Benavídez, en Chimbas, y habían pasado un semáforo en rojo. Al parecer andaban robando (Ochoa tenía antecedentes) y como no paraban, se sumó a la persecución el móvil en el que iba Poblete. Luego de 10 minutos de persecución y de recorrer más de 4 km, Ochoa y el menor de 15 años que iba con él se metieron por la calle Valle Fértil en la Villa Obervatorio, Chimbas, donde chocaron con un poste y cayeron. Ahí el menor fue detenido, pero Ochoa siguió, extrajo un arma y fue su fin. El fallo no está firme.
