Que la fotografiaba mientras tenían sexo aunque ella no quisiera. Que accedía a tener relaciones por miedo, por que si se oponía la golpeaba. Que alguna vez fue amenazada en esos encuentros íntimos con una de las tres armas que tenía (‘una pistola grande y dos escopetas’). Que a raíz de tanta violencia (física, verbal, psicológica, sexual, económica) se hizo adicta al alcohol y a las pastillas para poder dormir, y que él le facilitaba ambas cosas para someterla. Que muchas veces despertó adolorida. Que una vez intentó suicidarse prendiéndose fuego y no lo hizo, porque justo llegó él y su madre para impedirlo. Que luego de dos internaciones en Mendoza para recuperarse de sus adicciones retomó la relación con él, pero todo siguió lo mismo. Y que luego de separarse, accedió a tener relaciones sexuales para que le diera ‘$2.000 o $.3.000’ para su sustento y el de su familia, porque no le daba ninguna ayuda económica.

Esa denuncia, había puesto en el ojo de una investigación en la UFI CAVIG al empresario Víctor Esteban Di Luciano, defendido por la abogada Adriana Cabrera de Pandiella. Quedó formalmente imputado el 2 de marzo de 2023 por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de un arma de fuego y tenencia ilegal de arma. Días antes, el 28 de febrero, un allanamiento en su casa derivó en el hallazgo de una carabina calibre 22 con 16 cartuchos para esa arma.

Pero ahora esa es la única causa que lo complica, porque al cabo de una extensa investigación, la fiscal Adriana Ginestar y la ayudante fiscal Cecilia Cangialosi (UFI CAVIG), concluyeron que las pruebas no terminaron por confirmar la denuncia de la expareja del empresario y pidieron su sobresimiento. Y el juez de Garantías, Diego Manuel Sanz, lo desligó del caso.

Entre las múltiples evidencias que Fiscalía mencionó como creadoras de duda más que certezas, se encuentran un informe médico y la conclusión de un psicólogo, en el que afirma que la mujer presenta indicadores de haber sufrido situaciones de violencia en general, pero aclaró que esos signos no fueron predominantemente de origen sexual, indicaron fuentes judiciales.

César Jofré, abogado de la víctima, podrá ahora oponerse a que el empresario sea desligado reclamando ante un tribunal de Impugnación.

De todos modos, Di Luciano sigue complicado en la investigación, por tener en su casa de Desamparados, sin autorización legal, un rifle calibre 22 con 16 cartuchos. Fiscalía anticipó que, en los próximos días, presentará formalmente la acusación por ese delito para que el empresario vaya a juicio.