El penitenciario Renzo Perea (29) fue desligado definitivamente de cometer delito alguno por matar de un tiro a Gabriel Ignacio ‘Pelusa’ Galván (31) el 16 de marzo pasado a las 22 en el barrio Santa Cecilia, Capital. El juez de Instrucción, Maximiliano Blejman (secretaría de Gladys Capdevila) entendió que no cabía atribuirle homicidio porque cumplió con su deber, ya que el supuesto cómplice del fallecido, su primo Nahuel Oscar Sosa (20) disparó primero cuando les dio la voz de alto para impedir que le robaran a una mujer, a quien ya le habían roto la ventanilla de su auto al llegar a su casa, dijeron fuentes judiciales.

El magistrado procesó Sosa (baleado en la espalda) con prisión preventiva, por tentativa de robo agravado contra Lucrecia Ramírez. La decisión del juez está firme, precisaron las fuentes.

Sosa había salido de la cárcel el día anterior y en su versión de los hechos declaró que salió en la moto Guerrero 110 cc de su mamá hasta que encontró a su primo Galván, lo hizo subir y siguieron hasta que comenzaron a dispararles. Dijo también que no robaron, que no portaban armas ni dispararon. Es más, el dermotest dio negativo en ambos, pero el juez advirtió que a pesar de que Sosa fue el único que disparó, era relativo que el examen para detectar restos de pólvora diera negativo porque se hizo varias horas después del hecho.

Así, dio crédito al relato de Perea, que aquella noche llegaba a la casa de su novia cuando vio a dos ‘motochorros’ en pleno ataque. Dijo que dio la voz de alto, que el conductor de la moto (Sosa) le disparó, él respondió y el otro sujeto también le apuntó. Metros después Galván caía de la moto malherido y moriría en el Hospital Rawson. Allí llegaría Sosa dos horas y media después con un balazo en la espalda, pero a salvo.