El hombre detenido por atacar a cuchillazos el martes pasado a dos bailarinas en un a escuela de danzas del barrio porteño de Palermo, se negó a declarar ante un fiscal y permanecerá preso, acusado del delito de “tentativa de homicidio agravada por ser víctima una mujer (violencia de género)”, informaron hoy fuentes judiciales.

Tras la indagatoria, el fiscal Penal, Contravencional y de Faltas porteño, Miguel Kessler, pidió la prisión preventiva del acusado Sebastián Villarreal, la cual fue convalidada por el juez Norberto Circo, por lo que será trasladado a la cárcel de Ezeiza para continuar con su internación en el Programa Integral de Salud Mental (Prisma).

Según las fuentes judiciales, la indagatoria se hizo anoche, luego de que el fiscal recibió los informes de los peritajes psiquiátricos y psicológicos realizados por expertos de la Dirección de Medicina Forense (DMF), que depende del Consejo de la Magistratura de la Justicia porteña.

Esos estudios determinaron que Villarreal es “imputable”, es decir que comprendía la criminalidad de sus actos cuando el martes apuñaló a la bailarina Julieta Antón (26) y a la dueña de la escuela de danza, Sofía Bovino (36).

De acuerdo a esos peritajes realizados en la sede de la DMF, en la avenida Coronel Díaz 2110, el acusado padece una patología conocida como “trastorno de personalidad del Cluster B DSM IV de tipo narcisista y rasgos histriónicos”.

Según los expertos, esa patología psiquiátrica es diagnosticada el comienzo de la edad adulta y quienes la padecen tienen “un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y falta de empatía”.

Este peritaje contradice un primer informe médico interdisciplinario realizado horas después del hecho en el hospital Tornú, al cual fue trasladado el hombre herido de un balazo en calidad de detenido, que señalaba que el árbitro de fútbol y estudiante de danza presentaba “alucinaciones”, y tenía “trastorno psicótico crónico y retardo mental”.

En ese primer peritaje, la perito recomendó la internación de Villarreal en una “institución neuropsiquiátrica para diagnóstico y tratamiento hasta cesar su peligrosidad para sí o para terceros”.

Ante esa situación, la defensa del acusado planteó argumentos diferentes y considera que debe tramitarse en la Ciudad, por lo que la cuestión aún no quedó resuelta.

En caso de que la causa pase finalmente al fuero nacional, deberá sortearse una fiscalía y un juez para que intervengan, explicaron las fuentes judiciales consultadas.