Un abogado devolvió la corona de la Reina de la Vendimia sustraída el domingo último en un increíble robo a lo boquetero de una céntrica joyería mendocina. El letrado se amparó en el secreto profesional para no revelar quién se la dio, de modo que no se sabe nada de los autores que también se llevaron joyas y dólares por la venta de algunos costosos relojes. Hay más de una treintena de personas entre empleados del negocio, obreros que trabajaban en una obra colindante y personal de una empresa de vigilancia, que quedaron bajo la lupa de los investigadores.
La corona es de oro, plata, zafiros, brillantes y esmeraldas, está valuada en más de 20.000 dólares y fue donada en 1995 por los dueños de Joyería Vendimmia, ubicada en Santa Martín al 1174 en la capital de Mendoza. Justamente robaron la joya del exhibidor de ese mismo negocio. Los ladrones entraron por otro local en refacción y utilizando un martillo neumático abrieron un boquete de 40 centímetros de diámetro en la pared de la joyería, indica el diario Uno. La versión policial es que sonó la alarma y un empleado de la empresa de seguridad (que vigilaba el sistema) fue a ver la vidriera, pero como no notó nada extraño, se marchó.
Una cámara de seguridad registró cuando uno de los ladrones entró al negocio a las 4.30 del domingo. Ese sujeto desconectó una cámara, buscó la llave de la caja fuerte y sustrajo joyas y la recaudación por la venta de algunos relojes Rolex, indicaron medios mendocinos. Lo que llama la atención a los investigadores fue que el delincuente huyó con ese botín, pero regresó alrededor de las 22 para llevarse la corona que estaba en un exhibidor.
Se habló de negligencia y hasta la posible participación de gente ligada al local. El martes a la noche, en medio del revuelo en Mendoza, apareció el abogado Martín Ríos que se contactó con el fiscal de Delitos Complejo, Daniel Carniello, y pactó una reunión para devolver la corona. Amparándose en el secreto profesional, no le quiso decir ni al propio fiscal quién se la entregó, sólo comentó que fue un cliente suyo que ‘la había recibido’ y que esa persona ‘no tiene el perfil’ de un ladrón, indicó diario Los Andes.