La suerte del empleado de comercio que el 1 de agosto pasado causó conmoción al raptar en Rawson a una nena de 7 años cuando iba a la escuela, para luego abusar de ella y finalmente ser atrapado en la calle con la víctima en su bicicleta, entró en etapa de definiciones: el juez de Instrucción Maximiliano Blejman ordenó que ese sospechoso, Miguel Gustavo Brizuela (29) pase del Penal de Chimbas hacia el Hospital Mental de Zonda. Tomó esa decisión luego de que el magíster en Psicología de la Secretaría Social de la Corte de Justicia, Julio César Millán, concluyera que Brizuela no comprendió la criminalidad de su acto y que, además, cabía aplicarle una medida de seguridad porque resulta un sujeto potencialmente peligroso para sí mismo y para terceros, dijeron fuentes judiciales.

Por esa misma razón fue que el defensor Cristian Ferre Penizzoto, ya pidió el sobreseimiento por inimputabilidad de su cliente, según lo contemplado en uno de los enunciados del artículo 34 del Código Penal Argentino.

Sin embargo el titular del Cuarto Juzgado de Instrucción, Maximiliano Blejman, considera, en base al análisis de la prueba, que es necesario realizar nuevos exámenes mentales al sospechoso, antes de resolver si manda o no el caso al archivo y si el sujeto terminará finalmente recluido en la cárcel o una institución mental, precisaron voceros judiciales.

¿Qué dice el informe de Millán? Que el sujeto presenta ‘bradipsiquia’ (lentitud del pensamiento) y ‘bradilalia’ (lentificación del habla).

También precisa: ‘de la entrevista y las técnicas aplicadas, se observa que el imputado presenta un pensamiento primitivo e inmaduro para su edad. De acuerdo a lo acontecido, no ha podido medir las consecuencias de su actos, por eso se ha visto disminuida su comprensión y entendimiento sobre lo actuado, no pudiendo dar una respuesta certera del hecho investigado’.

Y ratifica: (Brizuela) no tiene capacidad para comprender y entender el acto cometido. Tiene períodos de ausencia. Que por su estado y su situación, al no poder valorar lo que es su acción, no ha comprendido la criminalidad del hecho’.