El sargento Carlos Alberto Ibazeta ratificó ayer ante los jueces de la Sala III de la Cámara Penal, que vio cuando el exoficial Pablo Guevara y el agente Juan Pablo Picón ‘patearon’ en la espalda y el estómago a José Leónidas Cortez (54) cuando lo detuvieron el 13 de diciembre de 2010 en el ‘bosque’ del Parque municipal de Rawson abusando de una nena de 7 años. También admitió que luego le dijo al exagente Sergio Rabaj, principal acusado de matar ese hombre con osteoporosis (falleció al día siguiente de su detención) en los calabozos de la Seccional 6ta. de Rawson, que: ‘la culpa la tiene Guevara, lo golpeó como una bolsa de papas, le dio dos patadas en la espalda y otra en el estómago’.

Y aunque Ibazeta aclaró que eso no lo declaró en la Policía y sí cuando lo citó un juez porque no quería declarar en la Fuerza ante sus propios compañeros, sus explicaciones no conformaron a los defensores de los supuestos golpeadores, quienes pidieron careos entre el testigo y sus clientes.

Guevara, Picón, Rabaj (entonces a cargo del calabozo) y el agente Carlos Godoy son juzgados por distintos delitos contra Cortez. El más complicado es Rabaj, pues a pesar de la versión de Ibazeta, otros testigos y prueba científica lo complican como autor de las múltiples fracturas que provocaron la muerte de Cortez.

Guevara y Picón llegaron a juicio acusados de apremios ilegales precisamente por la versión que ayer ratificó Ibazeta. A Guevara también le atribuyen no haber denunciado los delitos contra la víctima. A Godoy en cambio lo acusan de falsificar el libro de novedades, pues asentó que Cortez se había autolesionado y quedó procesado a pesar de culpar a Rabaj por sugerirle que anotara eso.

Hoy se espera que declare el médico forense que realizó la autopsia y determinó que Cortez murió en los calabozos y no por golpes previos, como los que Ibazeta le adjudicó ayer a sus excompañeros en la Seccional 6ta.