Martín Camargo, de 35 años, fue sentenciado en la mañana de este martes a 12 años de prisión por participación principal en el homicidio agravado por alevosía del boxeador Guillermo Romero, ocurrido en 2011.

Camargo había ratificado en un acuerdo de juicio abreviado su participación en el hecho y se esperaba una pena que rondaría los 15 años.

Según la investigación, Romero había denunciado a Camargo como presunto vendedor de drogas y todo indica que, por esa razón y por su oposición a una relación sentimental del imputado con una de sus hijas, el acusado comenzó a hostigar a ese vecino del barrio Colón, en Santa Lucía, al punto de que al menos en dos ocasiones lo amenazó con un arma de fuego.

Según el expediente, a Camargo le escucharon decir: "Vos no buchoneás más, mañana sos boleta". Pocos días después, el domingo 6 de febrero de 2011 cerca del mediodía, dos sujetos se acercaron a la casa de Romero. Cuando la víctima salió, uno de ellos le disparó en el pecho. El exboxeador no pudo recuperarse de ese tiro y 14 días después, el 20 de febrero, dejó de existir.

Desde ese día Camargo desapareció y recién el 7 de julio de 2015 pudo ser capturado, procesado y llegó a juicio. En cambio uno de los presuntos ejecutores de aquel disparo letal, el mendocino Marcelo Ismael Gallardo Soto, aún sigue prófugo.