Víctima. Deivid Cristopher Díaz tenía 3 años.

"Nos dijeron que el camionero estaba bajo los efectos del alcohol. Es un dolor inmenso para todos nosotros, no podemos caer. Queremos justicia, no nos vamos a quedar de brazos cruzados", dijo ayer una hermana de Deivid Cristopher Díaz, el niño de 3 años que a eso de las 20 del pasado domingo murió trágicamente en La Chimbera, en 25 de Mayo.

Todo ocurrió cuando Deivid estaba con su padre, Jorge Díaz (50), en el interior de un Fiat Siena, estacionado en contramano a un costado de la Ruta 279, entre calles 23 y 24. Estaban esperando a un tío para regresar a su casa en Tupelí (habían llevado a sus primitos y el hombre se volvía con ellos porque está separado de su mujer), pero antes de que eso ocurriera fueron embestidos violentamente por el conductor de un camión tanque de la Municipalidad de 25 de Mayo, conducido por Carlos Muñoz (62). Ese hombre circulaba por la Ruta 279 rumbo al Oeste, y después de chocar de frente al auto terminó contra un árbol. Según fuentes policiales, un testigo dijo que Muñoz venía zigzagueando, por lo que se investiga si conducía ebrio o bien si sufrió algún problema de salud al volante, pues es hipertenso (incluso ayer seguía internado porque no le podían bajar la presión), señalaron en la Fuerza.

Tras el impacto, Deivid quedó aprisionado adentro del Fiat Siena y murió cuando intentaban auxiliarlo. El pequeño era el sexto de 7 hermanos.

En tanto que su padre fue trasladado al Hospital Rawson, pero estaba fuera de peligro, aseguraron desde su entorno.