Preocupadas. Dos tías de Leandro Oro se mostraron preocupadas por la salud del chico. Mientras, su madre aguardaba que lo operaran de un ojo, intervención que finalmente no se realizó porque los médicos querían esperar a que mejorara.

Dos menores en moto quedaron muy graves luego de chocar con un auto y, al quedar en el piso, ser atropellados por otro vehículo en La Bebida, Rivadavia, el último lunes a la noche. Se trata de Leandro Agustín "Minci" Oro (15) y Pablo Martín Atampiz (14), quienes estaban internados en el Hospital Rawson con diferentes lesiones que ponían en riesgo sus vidas, dijeron fuentes policiales y sus familiares. 

"Él mismo, haciendo changas, de a poquito fue armando la moto para andar en un campito que hay al lado del barrio, para divertirse", dijo Elva Villegas, la madre de Oro. En esa Maverick 110 cc preparada para andar más rápido el chico salió de su casa del Barrio Laguna, minutos después de las 22. "Llegó de la escuela y me dijo: "Mamá, calentame la comida que ya vengo". Y al ratito me vinieron a avisar que había tenido un accidente", contó la mujer. Lo que no sabe es a dónde pretendía ir. Sí que en algún momento se juntó con Atampiz, un amigo del barrio. Con él iba por calle Comercio rumbo al Sur (ninguno llevaba casco), cuando antes de llegar a Ignacio de la Roza chocaron contra un Renault Megane que iba delante de ellos y que aparentemente giró en "U", informó la Policía. Tras ese primer impacto, los menores volaron y quedaron en el carril contrario, con la mala fortuna que de frente venía un Chevrolet Corsa, cuyo conductor (no trascendió el nombre de ninguno de los dos) no pudo hacer nada para evitar embestirlos, indicaron los voceros. Oro sufrió cortes en la cara, una fractura en el brazo derecho, politraumatismo y traumatismo encéfalo craneano. Por su parte, Atampiz terminó con fractura de fémur derecho, politraumatismo y también traumatismo encéfalo craneano. A los dos los llevaron inconscientes al Hospital Rawson, donde hasta anoche seguían internados.

"No es porque sea mi hijo, pero él es un chico sano, trabajador, va a la escuela, es súper educado. El otro pibe igual. Son cosas que uno dice "¿Por qué le pasa a mi hijo?". Pero son accidentes, cosas que uno no puede premeditar", cerró Villegas.