Mientras el mundo del rugby está bajo la lupa por los rugbiers que asesinaron a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell, los esfuerzos por despegar al deporte de la violencia son opacados por más casos de peleas que involucran jugadores. Esta vez, dos equipos protagonizaron un batalla en medio de un partido en Chubut.

La noticia que destacan medios locales como Diario Jornada y El Patagónico, reporta que el conflicto comenzó por una jugada brusca que terminó en una batahola en el torneo Seven de Playas Doradas.

Uno de los equipos estaba integrado por rugbiers de Puerto Madryn, mientras que el otro lo conformaban jugadores de Trelew y Gaiman. Ambos conjuntos quedaron eliminados del torneo Copa de Oro.

La gresca fue tal que los jugadores involucrados terminaron en medio del público, donde había mujeres y niños.

"Nos queda un sabor amargo por este disturbio. Tuvimos que eliminar a los dos equipos que participaban para que también tengan un sabor amargo. Nos pidieron disculpas, pero el mal momento ya lo habíamos pasado", señaló el organizador del evento al programa radial Pido La Palabra.

Finalmente le dieron la copa al equipo que había terminado tercero, integrado por jugadores de Carmen de Patagones, mientras que el conjunto de Trelew, La Española, resultó subcampeón.

Este hecho de violencia menor, por suerte, no sería noticia si no estuviese inmerso en un momento en el que la sociedad mira de cerca el comportamiento de los grupos de chicos que juegan al rugby.