Dicen que la mamá estaba preparándoles el té y de un segundo a otro los dos gemelos desaparecieron. La joven pensó que andaban jugando en otra parte de la casa, pero no tardó mucho en descubrir que algo malo pasaba: un pantaloncito de los niños apareció al borde del canal. Los hermanitos de 3 años habían caído al cauce del Benavídez. Las aguas arrastraron a los pequeños por el tramo de 2 kilómetros hasta que afortunadamente algunas personas los vieron y alcanzaron a rescatarlos. Estaban inconcientes y casi muertos, aún así en una carrera contra el tiempo dos automovilistas en compañía de la Policía los trasladaron al hospital y consiguieron el milagro. Tras cuarenta minutos de trabajo de reanimación, los médicos hicieron reaccionar a los dos niños.

Los gemelos Tiago y Angel Illañes, de 3 años, anoche permanecían en estado delicado en la terapia pediátrica del Hospital de Niños. El médico Pablo Flores, uno de los profesionales que los recibió en el Servicio de Urgencias del Hospital Rawson, explicó: ‘No nos gusta hablar de milagros porque no hacemos milagros, pero Dios sabrá por qué están vivos. La vuelta a la vida de estos chicos es un verdadero regalo de Navidad‘.

Los gemelos viven con su mamá, Mariana Illañes, en un ranchito del callejón Las Flores, a metros de Benavídez, Capital. María Navarro, la abuela, contó que ‘mi hija estaba haciéndoles el té y en esos momentos los chicos se le perdieron de vista. Después encontró un pantalón de los niños al lado del canal (que pasa por detrás de la casa). Ahí empezó a pedir ayuda‘. Aparentemente, los chicos se metieron por una abertura en el alambrado y accidentalmente cayeron al cauce. Esto sucedió cerca de las 12.

Minutos más tarde, unos vecinos del Bº Costa Canal I avistaron a los pequeños cuando eran arrastrados por la correntada, a la altura de calle Tucumán. Algunos se lanzaron al canal y pudieron rescatarlos frente a calle San Juan, relató la Policía. Uno de los niños fue cargado en un remis, el otro en un Peugeot 504. Los policías de la Motorizada Nº 1 y el Comando fueron abriendo paso con sus sirenas y así llegaron al Hospital Rawson cerca de las 12.30. Tiago y Angel ingresaron con un cuadro de ‘ahogamiento por inmersión, con paro cardiorrespiratorio‘, aseguró el doctor Flores. Les practicaron masajes respiratorios, intubación traqueal y le suministraron drogas hasta que por fin hicieron reaccionar a los niños y los estabilizaron.