El operativo parece haber salido mal. Cinco policías de la Comisaría de Lincoln acudieron a un llamado por una denuncia y terminaron tiroteándose entre sí. El Subteniente Saúl Ballesteros terminó muerto de un disparo en el corazón: la bala que lo mató era una 9 milímetros de uno de sus compañeros. El suboficial Juan Pérez está gravemente herido con tres disparos.

El insólito hecho ocurrió este jueves a las 5 de la madrugada en una vivienda de Guido Spano, entre San Lorenzo y Fortín Chiquito, del barrio Sagrado Corazón. Una zona de “muy poca iluminación”, según describieron en Lincoln.

Fuentes de la investigación confirmaron que los policías acudieron a un llamado: “Había una orden de detención por una causa de la UFI N°3 por violencia de género. Habían ido el miércoles a buscar al acusado pero no lo encontraron. En ese momento, según declararon, llamaron para advertir que estaba en la casa y lo fueron a buscar”.

Siempre según lo declarado por los policías de la Bonaerense, dos efectivos  llegaron en “patrullero con identificación policial y lo estacionaron en la esquina Norte” con la intención de pasar inadvertidos para poder llevar adelante la detención.

“Creemos que no modularon ni dieron aviso del operativo porque los otros tres llegaron en motos por la esquina Sur. Son de la misma comisaría pero de distintos equipos”, aclararon las mismas fuentes.

Oscar Carrizo, subsecretario de Prevención Ciudadana de Lincoln, dijo a la agencia de noticias Télam que “la última cámara de seguridad que captó a los vehículos fue a unos 700 metros del lugar del hecho”. 

"Dado que en esa zona había poca iluminación, los policías se encontraron de frente a menos de ochenta metros entre sí y mutuamente dieron la voz de alto. Pero se ve que desconfiaron hasta que uno de ellos efectuó un disparo que originó el tiroteo entre los grupos", relató. Y añadió: "El hombre buscado ya no estaba y por segunda vez escapó, los efectivos no se reconocieron y el desenlace fue esta tragedia". 

A pesar de los dichos de Carrizo, no está claro si los policías dieron la voz de alto o se identificaron antes de disparar, al menos en sus declaraciones habría contradicciones sobre este punto. 

De las cinco armas secuestradas, cuatro fueron usadas para disparar. “Hubo más de 30 tiros”, explicó el fiscal del caso, Sergio Terrón, de la UFI N°5 de Junín.

Al momento caratuló la causa como “homicidio culposo y lesiones graves culposas”. Además anticipó que no hay imputados y aclaró que serán "clave las pericias balísticas para determinar de qué arma salieron los disparos que mataron a Ballesteros e hirieron a Pérez"

"No tenemos imputados, tenemos sindicados. Sabemos quiénes son las víctimas, sabemos quiénes dispararon, pero no está claro quién inició el tiroteo ni quién tiró contra la víctima fatal Si bien hay mucho por recorrer, se trataría de un hecho de negligencia y de gran imprudencia. No se han respetado los protocolos de actuación para este tipo de hechos, no está claro que hayan dado la voz de alto, no tenían chalecos antibalas ni las gorras correspondientes, tampoco hubo comunicación entre los equipos", aclararon fuentes de la investigación consultadas por Clarín. 

En Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires indicaron que "se abrió un sumario administrativo para investigar los hechos" porque la información que han recibido "no es clara". 

Lo cierto es que para la justicia estaría descartada cualquier hipótesis vinculada a un enfrentamiento entre los policías por cualquier otro motivo. "Estaban muy angustiados, muy mal por lo ocurrido. El panorama era desolador. No tenemos elementos para pensar que se trató de otra cosa que no fuera negligencia, al menos por ahora", aclararon en la fiscalía. 

Además, indicaron que "hay responsabilidades individuales y grupales. También de control del operativo. Además del tema administrativo, hay una cadena de responsabilidades".  "El herido quedó internado en el hospital de Lincoln pero estaba por ser trasladado a Junín, por suerte su vida no correría peligro", aseguró Carrizo sobre Pérez.  

En la escena del crimen trabajó personal de Policía Científica, de la Ayudantía Fiscal de Lincoln, Defensa Civil y los bomberos. Luego del fallecimiento del policía, la Municipalidad de Lincoln decretó un día de duelo, la suspensión de actos oficiales y la colocación de las banderas patria, bonaerense y distrital a media asta.