El oficial inspector Gastón Darío Cuello y el cabo Gerardo Andrés Albarracín (ambos con último destino en el Comando Radioeléctrico) comenzaron ayer a ser investigados por el delito de daño agravado, pues el fiscal Renato Roca y el ayudante fiscal Ignacio Domínguez (UFI de Delitos Especiales), sospechan que fueron ellos los que le hicieron pintadas en el Renault Logan de otro policía, Néstor Páez (del 911, CISEM), en venganza porque había informado que durante la madrugada del 24 de julio, estuvieron parados un largo rato (¿dormían?) en lugar de andar patrullando. Todo indica que, en venganza, el 29 de julio llegaron hasta el CISEM en moto y le pintaron el auto a Páez, sin contar que las cámaras captaron que el delito lo habían cometido dos uniformados y hasta la patente de la moto en la que andaban, que era de uno de ellos. Ambos fueron apresados el miércoles pero ayer recuperaron la libertad, por orden de la jueza Gema Guerrero.