"Me quiero ir a mi casa, estar con mis hijos y seguir trabajando. No quiero culpar a nadie y no tengo rencor con nadie. Estoy tranquilo, porque sé lo que he hecho y lo que no he hecho". Con esas palabras, el changarín Germán Silverio (36) intentó por enésima vez mostrarse ajeno a las graves acusaciones de la fiscal coordinadora de la UFI Anivi, Valentina Bucciarelli, que ayer reiteró ante los jueces Matías Parrón, Andrés Abelín y Juan Gabriel Meglioli, su pedido para que lo condenen a 22 años de cárcel por los delitos que, según ese tribunal, se probaron durante el juicio: al menos tres abusos con acceso carnal contra su hijastra entre los 9 y los 10 años (hoy la víctima tiene 18), y otras cinco situaciones en las que obligó a la misma niña a practicarle sexo oral.

El defensor oficial César Oro insistió en que no reconocía que su cliente hubiese delinquido. Pero como el jueves el tribunal lo había encontrado culpable y ayer solo se podía discutir el monto de la pena, pidió 8 años, es decir el mínimo de la escala de los delitos que le atribuyen.

Al final, los jueces impusieron al acusado 14 años de castigo. Y con ese fallo parecieron cerrar, al menos en la Justicia, uno de los capítulos más traumáticos en la vida de esa niña.

HISTORIA DRAMÁTICA

Las alarmas se encendieron el 17 de septiembre del año pasado, cuando una hermana menor (tenía 12 años) de la chica por la que Silverio fue condenado ayer, llegó al hospital con un como diabético y contó sobre los abusos sexuales que había padecido por hombres de su familia. Señaló que ella era sometida por un tío y por su propio hermano (tenía 14 años). También mencionó que su hermana mayor pudo ser abusada por su padrastro.

La investigación encarada en la UFI Anivi que coordina la fiscal Bucciarelli permitió constatar los dichos de ambas hermanas que, por decisión judicial, fueron sacadas de su entorno familiar y pasaron a hogares del Estado.

Su hermano menor pasó a ser investigado en la Justicia de Menores, pero es inimputable.

El tío, reconoció que había atacado sexualmente a la menor de las hermanas y, al cabo de un juicio abreviado, fue condenado a 11 años, dijeron fuentes judiciales.

Silverio siempre se declaró inocente. Ya registraba dos condenas: una de 1 año y medio por amenazas en 2009 y otra de 2 años en marzo de 2021 por violencia doméstica y amenazas con cuchillo.