Nueve de la noche, rutina típica en una familia que vive en Ruta 40, metros al Sur de calle 13, Pocito. Los hijos mayores se entretienen, el padre mira un partido de fútbol en la TV, la madre cocina. Entre la pareja hay preguntas continuas por su hijo menor, de 2 años, por el miedo de que vaya a parar al corral de la chancha con crías, que está pegado al cuarto donde están unos gatitos, la debilidad del nene. Pero minutos después de las 21 del viernes, el drama: la madre lo ve por última vez cuando el chico se resiste a alejarse del lugar de los gatos y se niega a ir cenar. Entonces lo buscan y lo siguen buscando, y nada. Y se suman los vecinos, y los amigos que llegan hasta de Chimbas y Sarmiento. Y un centenar de uniformados y pesquisas de distintas áreas (incluida la sección canes) comandados por el jefe de policía, Miguel González: la consigna es buscar en la finca y zonas aledañas, difundir las fotos del niño en las calles y cortar el tránsito en las rutas para revisar auto por auto en los controles fronterizos.
Cinco horas después, Yamil Alé fue encontrado por el agente Leonardo Arias a bordo de una moto policial. El niño estaba a más de 1 km. en el fondo de su casa y lloraba desconsoladamente. El drama terminó a las 2,25 de ayer.
Pero el hallazgo no quitó a sus padres Antonio Alé (48) y su mujer Adriana Chávez (35) el convencimiento de que al menos dos personas secuestraron al niño. Es más, durante la búsqueda esperaron angustiados el llamado extorsivo pidiendo plata por su liberación. Antonio y Adriana tienen sus motivos para pensar en un secuestro: por la cantidad de malezas y su altura (más de 1 metro), lo difícil de un terreno arado y con rastrojos, la oscuridad y la dificultad para caminar de un niño de 2 años con un problema en su talón izquierdo, que nunca avanzó más allá del portón o el cuarto donde están los gatos, "es imposible que hubiera caminado más de 1 km. Para mí lo secuestraron. Yo viajo mucho a Córdoba y Buenos Aires y he visto cada cosa que te quedás helado. Además antes, dos veces recibí un llamado de voz porteña diciéndome que me iban a entregar a mis dos hijos mayores (tiene 5 hijos) en bolsas si no les daba plata, por suerte no pasó a mayores. Gracias a Dios ahora no pasó nada y le agradezco a la policía, pero ya no vamos a vivir tranquilos", dijo Alé.
Ayer, el jefe de policía aseguró que seguirán investigando el hecho, pero aclaró que la principal hipótesis es que el niño se había extraviado.

