El roce más cercano con la inseguridad que habían sufrido Mirta Taillant (62) y su hija Ivana (40) habían sido 2 arrebatos sufridos en la calle el año pasado cerca de su casa del Bº Parque Rivadavia Norte, en Rivadavia. Pero ayer, la delincuencia les haría pasar el peor día de sus vidas en su vivienda: mientras Ivana esperaba en su pieza junto a sus dos hijos (dormían) que su madre regresara de visitar a otra hija, 2 sujetos aprovecharon que la puerta del frente estaba sin llave y se metieron. Los sospechosos revisaron todo ese inmueble de 2 plantas, prepararon varias cosas para llevarse y cuando la mujer se dio cuenta de su presencia, se hizo la dormida. Es más, al cabo de 50 minutos de estar revisando todo, uno de los ladrones entró a la pieza, prendió la luz, desenchufó el televisor, levantó la manta que cubría a Ivana y le tocó el pelo, relató la shockeada la mujer. Pero en ese momento, llegó Mirta y al darse cuenta de lo que pasaba salió a pedir ayuda. Los ladrones salieron detrás suyo con un revólver y un cuchillo. Allí la tiraron al piso, le pegaron un cachazo en el hombro, en la pierna izquierda y otros golpes en el cuerpo para robarle la cartera con $200 y su celular en plena calle. Además de la cartera, los ladrones robaron el celular de la nieta de Mirta y unas monedas de colección. Tras el aviso al 911, horas después, la Policía apresó a 2 sospechosos (no identificados).
‘Mis hijos (una nena de 14 y un varón de 8 años) estaban durmiendo junto a mi y mientras esperaba a mi mamá, me puse a ver tele. En un momento escuché la puerta cerrarse y pensé que era ella, pero me llamó la atención de que no me dijera nada. Ahí me levanté, miré hacia las escaleras y vi un tipo bajando despacito. Me metí a la cama de nuevo y me hice la dormida’, dijo Ivana, sockeada.
Los ladrones revisaron todo, incluso hasta la ropa que estaba dentro del lavarropas, pero cuando preparaban su botín, Mirta apareció y les truncó la maniobra: ‘llegué, vi por la ventana de la planta alta a un tipo y pensé que era una visita. Quise entrar y la puerta estaba con la cadena. Me dio recelo ver el comedor revuelto y ahí vi a un hoimbre que se me vino con una cuchilla enorme’, dijo Mirta. Y agregó: ‘me pegaron por todos lados. Fue de terror, nunca nos pasó una cosa así’.