Noe Ozán (59) y uno de sus empleados, Alexis Ayala (19) reducían a pico una piedra en la parte superior del horno (boca de unos 4 metros de diámetro), cuando los sorprendió una polvareda y una inesperada caída en picada, en medio de las piedras. Unos 15 metros abajo y dentro del horno, dos empleados más, Raúl Mercerí (54) y Esteban Ossán (18) quedaban a oscuras y en medio de la desesperación: el derrumbe del muro de contención con la parte superior del horno, habían tapado la boca del túnel (unos 12 metros de largo con un diámetro de unos 2 metros) por donde debían sacar sobre rieles la segunda bagoneta del día cargada con piedra caliza. Hubo mucho temor, porque existía la posibilidad de morir asfixiados, por los gases que aún había en el horno y la falta de oxígeno. Es más, Esteban estaba convencido de que iba a morir, pero dentro del túnel Mercerí, se encargó de tranquilizarlo.

Todo comenzó alrededor de las 10.30 de ayer en la calera "El Dique" ubicada en el km. 30 de la ruta 153, en Los Berros, Sarmiento. A esa hora comenzaría una desesperada y dramática carrera por rescatar a los obreros, porque todos estaban concientes del peligro y nadie quería que corrieran la misma suerte que Franco Rodrigo Estrella, el joven de 21 años que el viernes cayó a una trituradora en otra calera, la "San Juan", y no tuvo escapatoria.

Tres máquinas cargadoras, sacaban piedras y volvían a encarar la tarea, a mil, porque ante cada embestida se producían más derrumbes. Cuando las máquinas pararon, el mismo Noe Ozán (que sufrió lesiones menores igual que Ayala) encabezó la ansiosa misión de escarbar hasta lastimarse las manos para sacar las piedras que tapaban la boca del túnel, igual que otros 30 obreros, varios de ellos familiares de las víctimas.

Adentro, los nervios carcomían al más joven de los empleados, que trepó apenas vio luz por un primer agujero que se abrió entre las piedras, y sufrió una tremenda desazón cuando se volvió a cubrir por un nuevo derrumbe. Pero finalmente los caleros con el apoyo de unos 5 policías de la subcomisaría de Los Berros, removieron las piedras hasta conseguir un nuevo agujero y todos se conmovieron cuando vieron aparecer la mano de Esteban, quien traía aferrado a sus piernas a Mercerí.

El drama terminaba casi una hora después, pero entonces una comisión encabezada por el jefe de Bomberos, Rogelio Alcayaga, inspeccionaba a fondo el lugar y resolvía suspender el trabajo en el lugar, por el peligro para los trabajadores.