Las compras se hicieron sin problemas porque (según la Policía) Antonio Aranda era un cliente conocido. El problema para los responsables de la casa de venta de materiales para la construcción “Alumetal” se produjo al momento de intentar cobrar esos valores por casi $80.000: desde el banco se los rebotaron en el acto porque eran robados. La denuncia en la Policía, provocó enseguida que el juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz ordenara la captura de Aranda y sus presuntos cómplices. Entonces la investigación derivó en alguien que no esperaban: el dueño de la radio FM “Alas”, identificado como Alí Matar.

Este comerciante cayó junto a su hijo Gabriel, luego de que Aranda los señalara como las personas que le habían dado esos cheques para hacer las compras, dijeron fuentes policiales.

El dueño de la radio ya negó cualquier relación con el hecho. Y su hijo habría dicho que a él también lo engañaron, porque recibió de otros esos cheques sin saber que eran robados, indicaron. Luego de ser indagados, los imputados pueden quedar libres pues la estafa es un delito excarcelable.

Fueron policías de Seguridad Personal al mando del subcomisario Oscar Díaz los que detuvieron a los tres sospechosos, tras comprobar su presunta vinculación con tres cheques por un monto aproximado de $32.000.

La teoría de los pesquisas es que Matar y su hijo compraron a través de Aranda los materiales, y luego los revendieron a menor valor a otros que desconocían el fraude. Otro de esos estafados, dijeron, fueron los dueños de una firma que construye un edificio de dos plantas en avenida Rioja al 960 Sur, en Trinidad, Capital.

Ahora, la misión de los pesquisas es determinar quién o quiénes engañaron al dueño de “Alumetal” con otros cheques robados, pues el fraude a esa empresa totaliza una suma cercana a los $80.000, indicaron.