Tres lugares plagados de angustia. De caras llenas de tristeza, de perdidas miradas hacia el piso. Algunos, masticando bronca. Otros, buscando en cada fuerte abrazo una respuesta a tamaña desgracia, en medio de lágrimas. Una escena por demás desoladora. Ese era la escena ayer en la mañana de los familiares y amigos en los velatorios de Sergio Aliaga (23), los hermanos Ricardo (20) y Cristian (28) Agüero, Fernando Valdivia (41) y Fernando Aballay (18), los obreros que el miércoles en la mañana perdieron la vida tras impactar el auto en el que iban a trabajar contra un camión que se atravesó en la ruta 40, entre calles 6 y 7, Pocito. Cientos de personas se acercaron a darle el pésame a los deudos y por la tarde, más de 1.200 personas le dieron el último adiós a los muchachos en el cementerio. Y en el medio, los familiares dejaron de lado por un segundo su duelo para contarle a este diario que buscarán, legalmente, que el camionero "pague por lo que hizo" y además, exigieron celeridad para que las obras de seguridad que se planean realizar sobre la ruta, se concreten pronto.
En el salón del Club Unión San Damián de Rawson, velaron a Sergio y sus primos, Ricardo y Cristian. Unas 40 personas, entre jóvenes y adultos, no se movían del lugar. Afuera del salón, el viento helado calaba los huesos y en el interior, grupos de chicas y chicos se amontonaban por tandas alrededor de los féretros. Uno a uno, vecinos y demás allegados a las familias llegaban y le daban el pésame a Domingo Agüero, padre de los hermanos, que entre saludo y saludo disparó: "lo que hizo (el camionero) es de alguien que no tiene conciencia, más en una ruta que no tiene iluminación ni nada. Ese hombre ya no debe manejar". Por otra parte el hombre reclamó "queremos justicia. Ya son muchas muertes y ojalá que de una buena vez cumplan las medidas (de seguridad) que han prometido tantas veces".
Otro que criticó a José María Dibello (64) -el camionero-, fue Raúl Aliaga, hermano de Sergio. "Hizo un desastre y no puede quedar libre. Es un hombre mayor y los reflejos ya no son los mismos. Otra cosa que no me explico es que si el camión tenía las luces rotas, como fue que pasó tantos controles provinciales", preguntó molesto Raúl, quien agregó que las 4 familias buscarán a un solo abogado para hacer "justicia".
A unas pocas cuadras del club, mientras velaban a Fernando Valdivia en su casa del barrio La Estación, Mario García, cuñado del fallecido, comentó indignado que "lo quiero hacer mier… (a Dibello). Pero esto no va a quedar así. Encima esa ruta no sirve para nada. No tiene como protegerte. Acá hay muchas promesas de hacer algo porque pasó este accidente, pero nunca hacen nada como la gente".
Alrededor de las 17, la policía guió el acompañamiento fúnebre de los obreros hasta el cementerio de Rawson. Unos 100 motociclistas y una larga fila de autos los seguían. Cuando el cotejo llegó a la necrópolis, más de 1.200 personas se acercaron y dieron el último adiós a los obreros.

