Le robaron la pistola. Tuvo problemas por meterse con la mujer de otro policía. Lo denunciaron por golpeador. También lo llevaron preso, sospechado de robar un celular a dos jóvenes. Esta es la ficha de un cabo de la Policía provincial que fue acumulando sumarios administrativos hasta que, por uno de estos casos, lo echaron definitivamente de la fuerza.
Se trata del cabo Juan Sosa, que hasta hace poco trabajaba en la Seccional 8va. de Sarmiento, indicó un alto jefe. La institución policial le notificó oficialmente en estos días sobre su "cesantía".
El cabo tenía numerosos sumarios por distintos hechos. En algún momento iba a pasar, y llegó por un expediente iniciado en el 2007 en la División Asuntos Internos de la fuerza a raíz de la denuncia de su ex mujer que lo acusó de propinarle una golpiza, revelaron en la Central. Eso, ahora le terminó costando el trabajo.
No es el único problema que cargaba Sosa. En 2004, la policía le abrió un sumario después de que el cabo denunció que dos desconocidos lo atacaron a golpes cerca de su casa, en Concepción, y le robaron su pistola 9 milímetros, indicó un jefe policial. Esto fue cuando trabajaba en el Cuerpo Especial de Vigilancia. Durante su estadía en esa dependencia, también acabó mezclado en otro bericueto después de presentar dos certificados médicos que resultaron ser "truchos", ya que a los días descubrieron que los firmaba un falso doctor.
Sus romances también le trajeron inconvenientes. Los policías que lo tuvieron como compañero recuerdan que, cuando estuvo trabajando en la Seccional 11ra. de 9 de Julio, supuestamente se veía con una amante, que era mujer de otro policía. Un día los descubrieron y por poco casi se agarran a tiros. Por ese hecho, Sosa fue sumariado y trasladado de comisaría.
Lo más reciente fue su detención en julio pasado, cuando dos jóvenes lo acusaron de sustraerles un celular. Ese día, el cabo Sosa estaba de franco.
Los denunciantes comentaron que caminaban por avenida Rioja y Paraguay, Concepción, cuando Sosa -que andaba de civil- los detuvo y les pidió sus identificaciones. Se presentó como policía y después los requisó. La versión es que cuando revisó la campera de uno de los chicos, aparentemente le hurtó el celular que tenía en el bolsillo, indicó una fuente policial.
Los jovencitos se fueron asustados porque lo conocían y porque lo habían visto otras veces en la plaza de Concepción. Cuando los chicos le contaron a sus padres, fueron a la Seccional 2da. y lo denunciaron. La mañana del 3 de julio último, los uniformados viajaron a Media Agua y detuvieron a Sosa en la comisaría 8va. Después fue excarcelado. Por esa causa, el juez correccional Eduardo Gil ya lo indagó y en estas semanas resolvería si lo procesa o no.