Un agente y un oficial fueron echados de la Policía provincial por su responsabilidad en la golpiza y muerte de un preso en los calabozos de la Seccional 6ta, en 2010. La Jefatura tomó la decisión después de un largo sumario interno que culminó en estos últimos días cuando les notificaron a ambos de sus respectivas cesantías, o sea su separación definitiva de la institución, informaron en esa fuerza. Otros dos uniformados, que también estaban en situación de pasiva por su presunta participación en el hecho, recibieron de castigo días de suspensión y volverán a trabajar.

La cesantía es una de las penas más duras (la exoneración es la más grave) dentro de la Policía y en este caso la recibió el ahora exagente Sergio Rabaj, actualmente procesado y principal sospechoso de la tortura y muerte del detenido José Leónidas Cortez (55) la madrugada del 14 de diciembre de 2010, indicaron fuentes del caso. El mismo castigo fue para el exoficial Pablo Guevara, imputado por presuntos apremios ilegales y por no cumplir sus deberes de funcionario público, confirmaron.
Las sanciones más leves fueron para el agente Carlos Godoy, al que lo acusan de asentar falsamente en el Libro de Guardia que Cortez se había autolesionado, y otro agente llamado Ernesto Picón, que está procesado por apremios ilegales.

En la Policía señalaron que estos últimos cumplirán días de suspensión (no dijeron cuántos) sin goce de haberes, y luego serán reincorporados. Se consideró que ambos cometieron faltas, pero no tendrían responsabilidad en la muerte del detenido, explicaron. De todas maneras, tanto Picón como Godoy están a la espera junto a Rabaj y a Guevara del juicio al que serán sometidos en la Sala III. En la causa no hay ningún detenido.

El caso que involucró a Rabaj, Guevara y Godoy, en ese entonces de la Seccional 6ta, y a Picón de la Unidad Pocito Norte, sucedió la noche del 13 de diciembre de 2011 cuando los uniformados fueron al ‘bosquecito’ de las calles Lemos y Agustín Gómez, Rawson, ante la versión de que un sujeto intentaba abusar de una nena, según la causa. Ese hombre era José Cortez, quien aparentemente estaba con el torso desnudo y tenía encima a la menor. La versión es que, mientras tenían en el suelo y esposado a Cortez, Guevara y Picón le dieron unas patadas. Lo peor, supuestamente, ocurrió la madrugada del día 14, cuando Cortez estaba en los calabozos de la Seccional 6ta. Un preso, que declaró como testigo, aseguró que el agente Rabaj y otro uniformado (al que nunca identificaron) le dieron una feroz golpiza a Cortez, quien a la mañana siguiente apareció muerto y con doce costillas fracturadas, al igual que el húmero derecho. Él sufría de osteoporosis, eso provocó que uno de los huesos rotos le perforara un pulmón.