‘No soy ningún asesino, yo no he matado a mi amigo’, dijo ayer Gustavo Mario Cristian González (42 años, alias ‘Pipi Chocolate’). Fueron las últimas palabras que pronunció ante el juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal), con cara de compungido, como en todo el juicio. Sin embargo el magistrado entendió que las pruebas habían demostrado que le atravesó el corazón de un puntazo y por eso lo condenó a 12 años de cárcel por homicidio simple, tal como se lo había pedido el fiscal Gustavo Manini.

Fue la tercera condena contra González: según fuentes judiciales, el 31 de marzo de 2009 le dieron 3 meses de prisión en suspenso (sin encierro efectivo) por hurto simple. Y luego, el 3 de junio de 2002, otros 6 meses de prisión por resistencia a la autoridad.

El amigo de González se llamaba Carlos César Falcón (39) y también tenía problemas con la ley y gente del ambiente delictivo: una prueba de eso fue una bala incrustada en su nalga derecha.

El 11 de octubre de 2013, Falcón invitó a su pareja Pamela Moreno a la casa de González en el barrio Costa Canal II, en Concepción, Capital. Según Moreno, sobre las 15 de aquel día y hasta la madrugada del siguiente, los tres tomaron cervezas con pastillas (habló de una caja con 60 unidades) y también ‘alita de mosca’ (tubitos con cocaína).

Moreno fue la principal testigo del caso y en el juicio quedó presa, sospechada de mentir por intentar proteger a un supuesto narco. Fue así porque cuando se descubrió el crimen, dijo que Elio Barrozo (un líder de la barrabrava de San Martín y hoy preso por narcotráfico y lavado de dinero) llegó con más cocaína, y lanzó una frase que al final se convirtió en motivo de la discusión mortal entre los amigos.

‘Che, qué linda mujer tenés, ¿no la compartís?’, habría dicho Barrozo a Falcón, en clara alusión a ella, según Moreno. Luego se fue. Esa vez, González apoyó el comentario de Barrozo, Falcón se molestó y discutieron, hasta que ocurrió el crimen, cuando ella estaba ‘en el baño, descompuesta’.

Sin embargo en el juicio, Moreno negó conocer a Barrozo y haber dicho también que temía porque era ‘gente peligrosa’.

El fallo de ayer aún no quedó firme.