En la vida de Juan Carlos ‘Pitojuán’ Balmaceda la violencia fue siempre su particular marca personal. Lo atestigua su prontuario. Con 66 años, este sujeto delgado, de nariz aguileña, sabe de sobra lo que es la cárcel de Chimbas: allí pasó 14 años detenido. Dos duras condenas por matar a dos hombres, una por drogas y otras dos por lesiones, son una clara muestra de sus graves problemas con los impulsos y la agresividad. El último castigo se lo aplicó ayer el juez Juan Carlos Caballero Vidal (h) en la Sala I de la Cámara Penal: le dio 2 años de cárcel por lesiones graves, así consideró las 11 puñaladas que la tarde del 15 de enero del año pasado, en Concepción, Capital, por poco no terminaron con la vida de su amigo Roberto Ignacio Tersi (75), otro sujeto con un pasado marginal, según la Policía.

El ‘Pitojuán’ comenzó a dejar sus huellas en prisión en 1973, cuando recibió su primera condena: 3 años por lesiones, rapto y violación de domicilio. Durante su encierro logró fugarse dos veces, hasta que volvió a caer en 1977, ya acusado de su primer crimen, delito en el que finalmente fue considerado autor y recibió 16 años y 6 meses de cárcel.

Por esa causa estuvo preso hasta 1982. Y fue al salir que quedó en la mira como quien mató a tiros al conocido cantante ‘Sapito’ Aguilera. Pero Balmaceda se fugó (la versión fue que estuvo en Chile) hasta que la causa prescribió y recién volvió a San Juan.

Su vida, de todos modos, volvió a torcer hacia el más violento de los delitos y otra vez, con un arma de fuego, terminó con la vida de un hombre. El 22 de enero de 1998, en Rivadavia, mató de 8 disparos a Héctor Gómez y por eso lo condenaron a 14 años de cárcel.

Durante el régimen de salidas de prisión en esa causa, por su buen comportamiento, volvió a caer preso el 20 de octubre de 2007 con 4,781 kg de marihuana. En la Justicia Federal le dieron 6 años de cárcel.

Las dos últimas penas se le unificaron en 19 años y 11 meses de cárcel. Y fue durante su nuevo régimen de salidas, desde 2011, que casi mató a Tersi cuando tomaban vino en Jujuy al 711 Norte, Capital. Para el fiscal Gustavo Manini no hubo dudas de su autoría por lesiones graves (otro tribunal modificó la calificación de tentativa de homicidio) y ayer pidió 3 años de cárcel. Ricardo Moine, el defensor, cuestionó las pruebas y pidió absolución. Ahora, puede reclamar a la Corte.