Un informe escolar y otro de una psicopedagoga sobre el comportamiento de ese niño de 4 años; la pericia con resultado negativo sobre la presencia de semen en el cuerpo y un calzoncillo de ese nene; el examen de un audio en el teléfono de su mamá en el que no se percibió, ni aun amplificándolo, que su hijo se queje o mencione a nadie. Y sobre todo, los múltiples abordajes de psicólogos del Poder Judicial, en el que al final concluyen que el pequeño tiene dificultades para hablar y para vincularse con otros pero no presenta indicadores de abuso sexual. Esas profesionales sí detectaron signos de que el chico está atravesado por el discurso de su madre y conflictos intrafamiliares en los cuales "está entrampado".

Toda esa evidencia, recolectada al cabo de 5 meses de investigación, llevaron ayer a una de las fiscales coordinadoras de la UFI Anivi, Valentina Bucciarelli, a pedir el sobreseimiento definitivo del renombrado excampeón de ciclismo Daniel Efraín "Pitufo" Castro (54), como posible autor del supuesto abuso de ese niño. Castro es pariente de ese menor y era director técnico del equipo de la Agrupación Virgen de Fátima cuando lo apresaron, el pasado 28 de mayo. Hasta ayer, tenía arresto domiciliario.

La jueza de Garantías, Gema Guerrero, adhirió al pedido, previo a felicitar a la fiscal por haber agotado todas las posibles líneas de investigación.

En la audiencia también se destacó la colaboración en el caso del propio Castro y sus defensores, Fernando y Enzo Bonomo.

Ayer, al ser liberado, Castro agradeció a todos los que lo apoyaron y, ya más aliviado, declaró: "Se hizo justicia".

Quien no pareció conforme con esa salida en el caso fue el abogado Mario Padilla, que representa a la madre del chico. La mujer denunció a Castro luego de que una psicóloga se lo recomendara, pues ambas estaban convencidas de que algunos juegos, dibujos y comportamientos "extraños" del menor eran claros indicadores de que sufría abuso sexual por parte del exciclista.

Padilla pidió a la jueza aplazar 45 días su decisión, hasta que otra psicóloga realice otras 10 sesiones para vincularse con el niño y "desbloquearlo emocionalmente" para saber si pudo o no ser abusado. Pero su pedido no prosperó. Ahora, podrá impugnar la sentencia.