Eran como las 2 de la mañana del 16 de mayo de 2018, cuando Guillermo Gutiérrez llegó a su casa del barrio Las Moreras, Santa Lucía, con dos amigos en su VW Gol. Pasaron el rato en los videojuegos hasta que a eso de las 4 salieron y descubrieron algo indignante: el robo del parabrisas, el estéreo y los 4 parlantes del auto. La resolución del caso, sin embargo, llegó enseguida: Arce buscó por internet y halló un sitio de compra y venta de cosas, donde ofrecían su parabrisas y su estéreo. Se mostró interesado y pactó un encuentro en Colón y San Lorenzo, Santa Lucía, pero llegó con la Policía y uno de los sospechosos, Bruno Ricardo Cardozo, cayó. El otro era un viejo conocido de los pesquisas: Franco Michel "Caballito" Mercado (24), que pudo escapar.

La investigación concluyó luego que el ladrón del auto había sido Cardozo (ya juzgado) y que Mercado no era más que un encubridor. Pero no fue todo: en la clandestinidad, Mercado quedó señalado por protagonizar dos casos resonantes: el lunes 13 de agosto de 2018, fue señalado por haber manoseado a una anciana en su casa del barrio Mendoza, en Rawson, para luego robarle un TV, un teléfono, $1.000 y joyas.

Un día después fue detenido, con drogas, y llevado a los calabozos de la seccional 6ta donde también estaba preso su hermano, por una infracción. Lo increíble fue que cuando llegó la orden de liberar a ese hermano, el "Caballito" se hizo pasar por él y fugó. Cayó el 4 de octubre pasado y ya cosechó otra condena: el juez Ernesto Kerman (Sala II, Cámara Penal) le dio por cumplido el castigo por encubrir el robo del auto, tal como acordó a través de su abogado Gustavo de la Fuente con la fiscal Leticia Ferrón de Rago. Pero aún le quedan cuentas pendientes en la Justicia.