‘¿Qué voy hacer ahora solo y con tres chicos? No sé cómo voy a hacer para salir adelante. Encima esa potranca de m… la eligió ella después que se nos muriera el otro caballo. No lo puedo creer’. Al borde del llanto, Pedro Neri Figueroa (51) parecía no salir de ese reproche, desolado en su rancho de Costa Canal y Calle 15, en Pocito. Aludía a la potranca que su mujer Mónica Sandra Herrera (46) había elegido en persona tras la muerte del otro animal, para los quehaceres diarios de la casa, el mismo animal que por una ironía del destino terminó con los días de quien la eligió, una mujer que era el puntal de su familia, con su afecto y amor de madre, con su entrega en el trabajo y su pilar como esposa.
Mónica murió el jueves, a causa de las graves lesiones que le dejó una violenta caída del carro en el que transitaban con su marido a buscar leña el pasado 5 de abril. Aquel día ataron la potranca a un carro y enfilaron hacia el Noroeste por Costa Canal: ‘siempre íbamos ahí porque cuando baja la creciente deja mucha leña. Con eso cocinamos y hacemos brasas para calentarnos’, explicó Figueroa.
Era el mismo viaje de todos los días, pero ese día algo salió mal. El matrimonio iba por una calle de ripio y cuando el hombre tiró del lazo, notó que la soga se había desatado de un costado del freno. Y como el equino con sus dos años y medio no está del todo amansado, la potranca repentinamente se desbocó y salió galopando a toda velocidad.
El carro con la pareja encima se movía de un lado para otro sin control, por más que Pedro trató de dominar el animal, fue inútil, y así recorrieron unos 200 metros por el ripio hasta que finalmente el carro volcó.
El hombre voló hacia un costado y quedó sentido unos minutos hasta que pudo recuperarse. Como pudo y con una pierna bastante golpeada, cojeó hasta donde yacía su mujer, a un lado del carro, sin reacción. Para colmo de males, alrededor no se veía una sola alma que los pudiera auxiliar, contó Pedro, mascando bronca.
Tras unos minutos de inconsciencia, Mónica volvió en sí y le dijo a su pareja que la llevara a su casa. Pero el jornalero apenas podía estar en pie y decidió ir hasta la bodega a pedirles ayuda a unos empleados.
Una hora se demoró la ambulancia en llegar y trasladar a la mujer al Hospital Rawson, donde quedó internada en grave estado y luchando por su vida. Pero al final perdió la batalla: el jueves a las 16.30 falleció. Mónica partió luego de 29 años en pareja con Pedro, con quien tuvo tres hijos de 25, 23 y 9 años.

