El bebé que el sábado último apareció muerto dentro de la mochila del inodoro del baño de una casa en Trinidad, alcanzó a respirar al menos 5 minutos. Así lo confirmó la autopsia, que reveló que el niño nació por parto natural, que estaba en término y que supuestamente fue ahogado por su madre a poco que dio a luz. La mujer anoche continuaba internada y detenida, al igual que su marido, dado que sospechan que él también participó de la maniobra. Aún así, la juez María Inés Rosselot estaría estudiando utilizar la figura del infanticidio para calificar el hecho, que es un atenuante.

La versión que habría brindado en principio Sabrina Zafra (28), quien ya tiene 7 hijos, es que nadie sabía de su embarazo. El viernes comenzó con las contracciones y fue así que a la noche se encerró el baño de la pieza que alquilaba en una casa de calle Lavalle al 1.370 Sur, en Capital. La mujer relató que tuvo a su bebé en el piso y al ver que no respiraba, metió a la criatura en el depósito de agua del inodoro y luego puso la tapa para ocultar el cuerpo. Según su versión, después llamó a su marido Miguel Sosa (30) y le dijo que tenía una hemorragia, es así que él la llevó al Hospital Rawson.

La autopsia realizada por la forense María Vázquez confirmó que el niño nació con vida, pues respiró entre 5 y 10 minutos, y murió por asfixia por inmersión (o sea ahogado) alrededor de las 23 del viernes, reveló una fuente judicial. Era un varón de 4 kilos y medio y no presentaba heridas, incluso tenía todavía el cordón umbilical y la placenta, explicaron. Lo que tratan de establecer los policías de la Seccional 3ra y la juez Rosselot es si el crimen fue una acción premeditada o producto del estado puerperal de la madre. Lo que no cierra es que su marido no se diera cuenta que estaba embarazada, por eso sospechan que colaboró.