Eran como las 3 de la mañana cuando la cena entre dos familias vecinas del barrio terminaba. A esa Rosa Fernández salió adelante con sus cuatro hijos (de 11, 9, 8 y 5 años) rumbo a su casa, ubicada como a una cuadra de la de sus amigos. Minutos después la siguió su esposo, Gustavo Jofré (30) a bordo de esa moto Sumo 125cc. que había sacado en cuotas el último mes de enero y que le servía para ir a su trabajo de albañil, para dejar a sus niños en la escuela y para cualquier trámite. Sin embargo la madrugada le tenía reservada una dura prueba al jefe de familia: a pocos metros de partir perdió el control del rodado y fue a parar a una filosa cuneta recién impermeabilizada, que literalmente le rebanó de cuajo su pie derecho.
Entonces hubo desesperación porque Gustavo perdía mucha sangre y la ambulancia no llegaba. Porque su hermano y su vecino tuvieron que improvisar un torniquete en la pierna y cubrirlo con una manta mientras era asistido por profesionales. "La ambulancia tardó como media hora en llegar. Pero cuando llegamos acá (al hospital Rawson) nos dijeron que no se podía hacer nada para reimplantarle el pie… además le cortaron la pierna a la altura de la rodilla, qué desgracia Dios mío", se lamentaba ayer Rosa, acompañada de otros familiares.
"Diga que llevaba el casco puesto porque sino, no lo tuviéramos ahora. Gracias a Dios que está vivo", agregó una hermana de Rosa, María Fernández.
El accidente que terminó en la irreversible lesión de Gustavo Jofré ocurrió a las 3 de ayer en el interior del barrio Teresa de Calcuta, en Pocito, por cuestiones netamente accidentales que nada tuvieron que ver con el consumo de alcohol, según la familia.
"Gustavo no estaba borracho, al parecer sintió que alguien lo silvó, se dio vuelta y entonces chocó una piedra grande y fue a parar a la cuneta. Todo fue muy doloroso, si misma tuve el pie hasta que llegó la ambulancia", se lamentó ayer Rosa.
La pérdida de una importante parte de su extremidad fue desgraciada por partida doble: porque ayer una de las hijas del matrimonio cumplía 8 años, y porque Gustavo es el único sostén de su familia, situación que ayer lo tenía anímicamente destruido.

