Los ladrones entraron a la casa por un pequeño espacio que quedó tras doblar las rejas. Y adentro revolvieron todo.


Era el gran objetivo del año, pero ahora todo se convirtió en un verdadero drama por culpa de un robo. Delincuentes entraron a la casa donde vive una empleada de comercio junto a su madre y sustrajeron $10.150 en efectivo, joyas, dos celulares, una notebook, ropa y otras cosas. Y a la vez le arruinaron el plan a esa joven de apellido Olmos (25), quien tenía pensado irse a vivir a España en los próximos meses, pero aseguró que luego del ataque se echó para atrás porque tiene miedo de dejar sola a su madre (56).


El golpe ocurrió entre las 19 y las 21.20 del último viernes, en una casa de la manzana D del barrio Portal de Los Andes I, en Rivadavia. La suposición de la víctima es que los ladrones estaban esperando que ella se fuera a buscar a su madre a un local donde había llevado a sus perros para que los bañen. Y que se descolgaron por una pared del fondo luego de que consiguieran meterse por algunas de las casas vecinas abandonadas que conectan con ese sector. 

El golpe ocurrió cuando las víctimas salieron de la casa por poco más de dos horas

Después al parecer utilizaron su destreza, pues para hacerse paso al interior les bastó con generar un pequeño espacio al doblar dos barrotes de las rejas de la ventana de una habitación. 


Cuando las dueñas de casa llegaron, se encontraron con la sorpresa de que el portón estaba abierto, al igual que la puerta de acceso. Pero lo más demoledor estaba adentro: todo revuelto, las cosas de los roperos en el piso y el faltante de la plata con la que debían pagar servicios, además de varios aparatos. “Cuando abrí la puerta y vi la pieza de mi mamá toda revuelta casi me muero. Me quedé parada y me preguntaba si era verdad lo que estaba viendo”, lanzó la chica.


De inmediato llamaron al 911 y a los minutos se hicieron presentes policías de la seccional 23ra. También tomó parte en la investigación personal de la División Criminalística, quienes trabajaron recolectando huellas y otras pistas para dar con los malvivientes.


Hasta el mediodía de ayer las damnificadas aún no iban a radicar la denuncia, pues seguían revisando las pertenencias para detectar qué más les habían llevado.


“Quedamos con mucho miedo. Esa noche le tuve que pedir a mi novio que se viniera a dormir. Es la primera vez que nos pasa, es horrible”, expresó. Su idea era mudarse a España, donde residen su padre (separado de su madre) y sus hermanos. “Yo me quiero ir, tenía pensado hacerlo a fin de año, pero con esto tengo que evaluarlo, ya ni las rejas nos salvan. ¿Cómo dejo a mi mamá sola?”, cerró.