Hace 2 días, Laura recién pudo abrir los ojos y descubrió que no ve bien. Las imágenes se le superponen, sus reflejos no son los mismos y debe usar permanentemente pañuelos para secar la secreción del ojo izquierdo.

Los golpes en la cabeza también dejaron secuelas. “Me mareo, camino despacio y cuando me baño tengo que apoyar una mano en la pared porque tengo miedo de caerme. Los sonidos fuertes me aturden”, dijo. Tampoco puede comer con normalidad porque no tiene fuerza en la mandíbula y por la misma razón está obligada a hablar pausado.

Esas son algunas de las graves secuelas que le quedaron a Laura Sánchez, la mujer de 44 años que la mañana del 11 de enero pasado casi pierde la vida por una brutal golpiza que le dio su ex pareja, Miguel Ángel Ahumada (42, preso), en Santa Lucía.

‘Sé que me pateó la cabeza y unos obreros le gritaron. Si ellos no se metían, me mataba’

Laura Sánchez - víctima 

Ayer, Laura habló con DIARIO DE CUYO para concientizar a otras mujeres y por el temor de que su agresor quede libre.
Sánchez tiene 5 hijos de una relación anterior.

Hacía 6 años que estaba con Ahumada y durante la relación siempre hubo violencia. “Era muy posesivo, celoso. Nunca me pegó, pero sí me zamarreaba. Sabía que era violento porque él se jactaba de haber golpeado a dos ex.

Pero jamás pensé que me iba a hacer algo. Trabajos estables tampoco pude tener, porque por él debía dejarlos”, dijo Laura. El día de la agresión, la víctima recordó que “hacía 20 días me había mudado porque él le partió el tabique a mi hijo de 16 años.

Así que dije basta. Esa mañana iba en bicicleta a trabajar a una clínica y me lo crucé con su padre. Él se devolvió y me dijo ‘te dije que nos íbamos a volver a cruzar’. Le dije que me dejara tranquila y de ahí no me acuerdo de nada”, contó Sánchez.

Y agregó: “Sé que me pateó la cabeza y que unos obreros le gritaron. Creo que si ellos no se metían, me mataba. Tengo miedo de que quede libre y vuelva. Y a las mujeres les digo que traten de conocer a sus parejas.

Que no confíen tanto y que se valoren a sí mismas, porque la falta de autoestima te lleva a esto. Me consideraba una persona fuerte, hasta que este hombre llegó a mi vida”. 

Una joven, agredida dentro de colectivo

Una joven de 25 años hizo pública ayer la denuncia que realizó hace unos días contra su novio, un chofer de colectivos de apellido Ríos (29) perteneciente a la línea 45 de la empresa ‘Mayo’, a quien acusó de haberla golpeado dentro de la unidad.

Según trascendió, el día de la supuesta agresión, la joven fue a ver a su pareja para darle una gaseosa y así mitigar el intenso calor que hacía. Ambos se encontraron, pero de un momento a otro comenzaron a discutir. La versión que dio después la denunciante a los policías de la Comisaría para la Mujer es que su novio la llevó al fondo de la unidad y allí la arrinconó contra las ventanillas y comenzó a golpearla.

En medio del ataque, la muchacha logró escabullirse y fue directo a poner la denuncia en la Policía, señalaron. Las fuentes informaron que la joven pidió los videos de seguridad a la empresa de colectivos, pero desde la firma le respondieron que no tenían las imágenes.