Denis Fredi Olivares (24 años) confesó ayer en detalle cómo fue que mató a golpes, ató y amordazó a ese hombre que no conocía, Ramón López, con el cual se emborrachó de casualidad. Y admitió que cometió el crimen para poder robar los instrumentos y aparatos musicales, que pertenecen a un ahijado de la víctima, un joven que no estaba en esa casa de Rawson donde pasó todo.

La consecuencia de haber revelado qué pasó entre la tarde del sábado y los primeros minutos del domingo en esa propiedad de República del Líbano al 4029 Oeste, en Rawson, no fue la más benigna para ese joven que es hijo de un policía: el juez de Instrucción Maximiliano Blejman le imputó un homicidio doblemente agravado, un delito castigado con perpetua.

¿Qué agravantes le atribuyó? Homicidio criminis causa, aquel que se comete para perpetrar otro delito, en este caso el robo. Y agravado también por alevosía, por el estado de indefensión al que sometió a la víctima, al atarlo, para poder allanarse el camino hacia el robo.

Esas sospechas surgieron del mismo relato de Olivares, que es defendido por el abogado Horacio Merino. Según fuentes judiciales, anoche el sospechoso admitió que tomaba una cerveza en un kiosco cuando llegó López, a quien no conocía. Que bebieron juntos hasta que se fueron a la casa de los Páez, donde se quedaba la víctima. Y que en esa reunión participaron dos conocidos de López pero en un momento se fueron.

La parte clave de su relato fue el violento epílogo de ese encuentro ocasional. Según las fuentes, Olivares aseguró que en un momento López “le buscó el lío”. Que pelearon hasta que él lo golpeó con un palo en la cabeza. Que entonces lo ató con un cable y un trozo de sábana, que también usó para amordazarlo. Que una vez en el piso lo siguió golpeando. Y que decidió hacer todo eso porque vio, a través de la puerta entreabierta de un cuarto, los aparatos musicales que quiso robar. De hecho, luego de ver “desmayado” a López, se los llevó en dos viajes de remís, con choferes distintos.

Los aparatos son de la banda de rock del hijo del dueño de la propiedad, precisamente el joven que encontró muerto a López alrededor de la 1 del domingo. Y fueron hallados en la casa de la madre del detenido, sospechada de encubrirlo igual que la suegra y la pareja del sospechoso, aunque anoche las tres mujeres quedaron libres.