San Juan, 27 de septiembre.- El juez que lleva la causa del hombre que asegura llorar sangre confirmó que durante la jornada de ayer se le tomó declaración y que quedó en libertad. Además confirmó que Fabricio Fernández insiste en tener poderes sobrenaturales.

"Lo derivé al servicio de psquiatría del Hospital Rawson y de hacer falta también al de infectología para que le realicen los estudios necesarios y ver los pasos a seguir", aseguró Ricardo Grossi Colombo.

"Es una persona que debe estar bajo tratamiento psiquiátrico.
Él dice que no utilizó sangre para curar ni tocó a nadie. Por su enfermedad, exponer sangre ante terceros adquiere una cierta peligrosidad", aseguró el magistrado.

Fernández, quien se hace llamar Juan Pablo por su admiración por el sumo pontífice polaco, se atribuye poderes sanadores, motivo por el que fue denunciado por explotar la fe pública, contemplado en el artículo 156 del Código de Faltas.

Grossi Colombo aseguró también que de confirmarse que el hombre problemas psiquiátricos, sería inimputable.