La primera señal la recibió Cayetano Ramos, como a las 2 de ayer. Después de comer un asado con un amigo al que hace tiempo no veía, volvió a la casa de sus suegros (allí vive mientras construye su techo propio) y por alguna razón que atribuía a un presentimiento, resolvió que esta vez su auto no debía dejarlo ahí; ayer prefirió recorrer unos metros más y dejarlo en la casa de sus padres.

A esa señal atribuía Cayetano que su vehículo no fuera uno más en el gran inventario de pérdidas a causa de un incendio, el mismo que terminó con el machimbre, el cemento, las bolsas de telgopor para su futura vivienda y su moto Konisa 110cc, entre otras cosas.

El mismo incendio que provocó un daño aún mayor, porque acabó con la fuente de trabajo de su cuñado Juan Huerta (46) y su familia, ya que en la construcción de palos, maderas y cañas que ardió ayer alrededor de las 5,30, estaban la sobadora, la amasadora y el horno pizzero, las máquinas que Juan y su esposa Dora Gutiérrez (40) recibieron hace dos meses del gobierno y les ayudaban a salir adelante después de que Juan fuera despedido de una bodega hace dos años.

Con esas máquinas hacían facturas y tortitas para una docena de clientes. Y como el negocio iba bien, pronto pensaban encarar el mercado del pan y las prepizzas, pero ayer ese proyecto recibió un duro golpe.

EL SINIESTRO
Fue un vecino el que gritó desde la calle al ver las llamas en esa construcción de Ramón Barrera al 316, metros al Oeste de la plaza de la Villa Santa Rosa, en 25 de Mayo. El primero en salir fue Cayetano y pronto, la mayoría de los vecinos y hasta los policías de la Seccional 10ma se sumaban con baldes de agua y mangueras para combatir ese incendio, que amenazaba con avanzar hasta la casa de los padres de Juan.

Al final evitaron que el fuego llegara a la casa, pero no impidieron que todo lo que había en la panadería se destruyera. Además de las máquinas de Juan y la moto y los materiales de su cuñado Cayetano, se perdió ropa de las familias de ambos, la mercadería de la panadería, tres bicicletas, dos heladeras en desuso, un lavarropas semiautomático y otra moto, una Daelim 50cc de José Luis, hermano de Juan.

¿Qué originó el fuego? ‘No sabemos qué pensar. Cuando yo salí vi que las llamas estaban en un lugar donde no hay cables ni nada que pudiera causar fuego. A lo mejor fue una colilla de cigarrillo que largaron... nosotros no tenemos problemas con nadie y nuestros vecinos son gente buena’, dijo Cayetano. El caso lo investigan bomberos de Rawson.

A unos metros, Juan sumaba su esfuerzo en recoger los escombros que una máquina del municipio cargaba en un camión. Dolido por la pérdida pero agradecido porque no le pasó nada a los suyos, el hombre ya pensaba en armar un nuevo proyecto para volver a empezar con el sueño de la panadería propia.