Más complicado. El médico Carlos Hugo Martínez fue procesado en una causa que se creía prescripta.

El juez de Instrucción Pablo Flores procesó con prisión preventiva al ginecólogo riojano Carlos Hugo Martínez, por el supuesto delito de abuso sexual gravemente ultrajante contra una paciente que lo denunció en abril de 2013, dijeron fuentes judiciales. Y así sacó el caso de una supuesta prescripción, que debió haber ocurrido el año pasado.

La resolución del magistrado ocurre en medio de una auditoría en su juzgado, el Segundo de Instrucción, ordenada por la Corte de Justicia luego de que se creyera que esa causa había pasado al archivo. Esa era la principal suposición sobre el destino del expediente, pues el mismo juez había procesado al profesional por un delito menor, abuso sexual simple, que tiene una pena máxima de 4 años, el tiempo tope que, en teoría, tenía también para investigar y pasar el caso a juicio antes de que prescribiera, después de la indagatoria en 2013.

Sin embargo el juez desempolvó ese caso que, en septiembre de 2014, bajó de la Sala I de la Cámara Penal con el procesamiento firme de Martínez por abuso sexual simple, le tomó otra declaración a la denunciante, llamó al médico para ampliar su indagatoria por un delito más grave y lo procesó.

Ahora, la defensa analizará el expediente para ver si apelará o no ante un tribunal superior.

Mientras, Martínez quedó complicado en 15 causas penales: 14 por supuestos abusos sexuales (tres en Jáchal) y una por una supuesta estafa en una operación que no habría realizado.

Sobre el juez Flores pesa otro frente de batalla: haber figurado como defensor del ginecólogo en otra causa que se tramitaba desde 2006 en el Primer Juzgado de Instrucción y que también prescribió. Informalmente, el magistrado habría dicho que no conocía a Martínez. Otras fuentes argumentan que, en la práctica, es habitual en varios letrados firmar como codefensores a pedido de un colega, pero sin conocer al cliente y la causa pues es una suerte de favor que se hace por si alguna vez debe suplir al real defensor.



 

El kinesiólogo dijo que no delinquió 

Fabián Armando Luque (foto) negó ayer ante el juez Martín Heredia Zaldo haber cometido delito alguno contra una antigua paciente suya que el 27 de abril pasado lo denunció por varios manoseos, incluso el que consideró más grave, ocurrido el 21 de diciembre último. Según el defensor del profesional, Maximiliano Orozco, su cliente aportó al juez pruebas para demostrar que nunca ocurrieron las maniobras que detalló la denunciante por varios motivos: como el hecho de que la sala donde atiende es abierta, tiene tres camillas en la que habitualmente atiende en simultáneo a tres pacientes y en la que también tiene escritorio su propia esposa.

El letrado dijo además que el profesional se mostró sorprendido por la denuncia pues no sólo atendió a su denunciante sino también a varios de sus parientes, desde el año 1998. En su declaración, describió además que su profesión trata precisamente del abordaje en el físico de los pacientes, con terapias varias según el problema. Sigue preso.