La situación de la docente Alejandra Ríos por el terrible golpe en la cabeza que por poco no acabó con la vida de su hija Camila (8) el pasado 25 de octubre, ya es muy complicada. La mujer fue detenida el lunes en la tarde en el estudio de su abogado Leonardo Villalba y ayer le informaron las pruebas que sustentan las sospechas en su contra y empezó a defenderse de una dura imputación: tentativa de homicidio agravado por el vínculo y lesiones reiteradas, dijeron fuentes judiciales.

Al comienzo de la investigación la mujer había prestado ante el juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz una declaración informativa (como sospechosa) en la que no dudó en atribuir toda la responsabilidad a su expareja y padre de su beba de 5 meses, Pedro Oris.

Y todo indica que volverá a insistir con ese relato, que llevó al magistrado a detener a Oris el pasado 30 de octubre y a imputarle graves delitos: tentativa de homicidio agravado por femicidio y lesiones leves reiteradas en contra de Camila. Y presunto abuso sexual gravemente ultrajante contra la docente (dijo que la obligó a practicarle sexo oral) y coacción agravada por el uso de arma, porque Ríos dijo que la amenazó para que dijera que su hija sufrió un accidente con un caballo.

Que la docente quede imputada es clave para Oris, quien siempre apuntó a la mujer como autora de los malos tratos y hasta del posible golpe que casi termina en el crimen de la niña. Es más, ayer su abogado Leonardo Arancibia dijo que podría pedir un careo entre ambos para demostrar que Oris dice la verdad.

Por su parte, Villalba anticipó que pedirá otra Cámara Gesell a la niña (cree que la influenció su padre), el testimonio de la psicóloga de Ríos que la muestra como una víctima de Oris. Y que cuestionará el relato de la psicóloga que entrevistó a la niña. Reiteró que solicitará que le den arresto domiciliario porque debe amamantar a su pequeña beba.