Por la media y la zapatilla derecha. Como en el cuento de la Cenicienta, un presunto ladrón vivió el lunes por la noche una historia similar, pero sin un final feliz. Y es que esas prendas que le arrancó del pie una perra, le sirvieron a la policía como evidencia para detenerlo. El sospechoso aparentemente se metió a robar una bicicleta todo terreno del patio de una casa del barrio Bardiani, en Capital. Pero apenas pisó el jardín, dos perras -una dogo y una boxer-, le salieron al cruce. La Dogo consiguió arrancarle el calzado y lo hirió. El frustrado ladrón escapó como pudo y llegó al Hospital Rawson para que lo atendieran. Allí, los policías llegaron con la zapatilla y al ver que correspondía al herido, no tuvo escapatoria y lo apresaron por el intento de hurto agravado, dijeron en la policía.
La detención de Jonathan Federico Martínez (18) fue por demás curiosa. Según la policía, el lunes a la noche Martínez trepó una pared e ingresó a la casa de Marcelo Villena, un empleado que vive con su mujer y dos pequeñas hijas en José Castro y Vicente López y Planes, en Trinidad, Capital.
Villena contó que el lunes a las 22.45, cuando llegó con su familia a su casa, se topó con manchas de sangre en el patio, en una pared y que además, encontró una media y una zapatilla. El hombre llamó a sus perras, Nasha (una dogo de 6 años) y Sasha (una boxer de 4 años), y notó que la primera tenía una mancha de sangre en el pecho, señaló el dueño de casa.
De inmediato, llamó a la Comisaría 3ra. y apenas los uniformados llegaron a su casa, llamaron al hospital Rawson para ver si había una persona herida por un perro. Pero ahí no tuvieron suerte. Cuando chequearon en el Centro de Salud René Favaloro (Rawson), allí les dijeron que habían atendido a un muchacho y que posteriormente fue derivado al Rawson, según la policía.
Ese herido era Martínez. Los policías llevaron consigo la media y la zapatilla derecha hasta ese centro de salud. Al ver al sospechoso descalzo y además, con idéntica media y zapatilla aún puestas, no les quedaron dudas que era el dueño de la indumentaria. El sospechoso negó que fueran suyas, pero ya era demasiado tarde. Tras 12 puntos de sutura en el pie, quedó detenido, informaron fuentes policiales.
"Las perras son muy dóciles y defendieron su territorio. Gracias a ellas no me robaron nada y ahora voy a poner más luz para mejorar la seguridad", contó Villena.